Mayo se acerca,
Abril termina
Abril termina
y ya las amapolas se miran
en mi frente.
La lluvia.
Tierra y barro, encinas
que preparan la flor que casi ya no es flor de tan pequeña y
pura
pero que apunta maneras junto a los madroñales.
Tierra soy
Cauce de un río que palpita
Y tu vienes a mi
anunciando perfumes, soles
llamaradas.
Fotografía: María Jimenez Moreno
La tierra está en todo su esplendor y tú también, Tecla. La prueba es este poema, apegado a lo esencial, a la tierra, a lo que nos sostiene. Su sobriedad expresiva me llena, lo mismo que esa calidez con que lo cierras en los tres últimos versos.
ResponderEliminarUn beso.
Isabel, no tenía ganas de cantarle a la marabunta del mundo.
ResponderEliminarTe quiero mucho.
Gracias.
Que canten, pues, las flores, que haya algo en este puto mundo que cante algo.
ResponderEliminarUn beso.
Por eso las he puesto Sarco. Para que canten y nos hagan sonreír.
ResponderEliminarquiero ser tierra contigo, Tecla.
ResponderEliminaro soles
llamaradas.
Y sí, estoy con Sarco, que canten al menos las flores, y si son amapolas nacidas libres, pues mucho mejor :-D
Qué bonita eres, Lasin. Y qué bonito escribes.
ResponderEliminarPura delicia tu.
Un hermoso canto a la naturaleza me encanta porque me refresca.
ResponderEliminarBesos Tecla.
"Cauce de un río que palpita", bella identificación del yo poético anhelante de amor.
ResponderEliminarY las amapolas se miran en mi frente,
ResponderEliminartierra soy.
Llamaradas.
Poeta, esencia de primavera, Tecla.
preciosa composición que hace palpitar la vida. Me encantó. Abrazos
Canto de belleza muy nítida. Es muy nutritivo poder leer cosas así.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo! Nunca dejes de escribir con esa inspiración, por favor, haces mucho bien.
Termina abril con sus "aguas mil" y mayo ya florece en tus versos, florecen versos de tu corazón fecundo.
ResponderEliminarBss
La primavera quiere explotar de color, a ver si así nos animamos un poco.
ResponderEliminartodo estalla a la vida y se renueva en cada primavera
ResponderEliminarojalá nos contagiemos de ello
abrazos
Mayo promete luz y savia nueva.
ResponderEliminarVenga mayo y nos relumbre
Saludos
Las flores ignoran este panorama desolador, brillan y relucen para decirnos que la vida sigue y que hemos de mirar a la luz.
ResponderEliminarGracias, Teclas querida.
¡Precioso himno a la primavera, Tecla!
ResponderEliminarSalu2 amapoleros.
espera que se quite las nieves...
ResponderEliminarGracias Pluma, es que después de un invierno gris, las amapolas nos saben a gloria pura, a pesar de que hoy en muchas zonas de España se haya puesto a nevar. No sé qué habrá sido de las ampolas.
ResponderEliminarCada vez que piense en el yo poético me encontraré contigo, Maria Luisa.
ResponderEliminarCuanto sabes tu.
Marinaaaaaaa, que tu y yo sabemos mucho de amapolas. Que las llevamos en la sangre y en el alma, y en el pelo.
ResponderEliminarQué te voy a decir.
Besos a la Alhambra.
Tu me haces bien, Sara, tu presencia me reconforta porque sé que me comprendes.
ResponderEliminarLa nieve también se ha acercado hoy a Mayo, Verso.
ResponderEliminarCorren tiempos de locura.
Lo necesitamos, Javier. Cualquier día de estos hacemos una excursión a cualquier sitio para ver qué tal nos va.
ResponderEliminarSeguro que sí, Elisa. Ahora en tu país creo que comienza el otoño, más o menos. Y todo se hace dorado.
ResponderEliminarMirar la tierra es fuente de alegría. Mirar al ser humano ya no tanto. A veces.
Ay, Trini Reina, qué buena eres en tus leves y certeras frases.
ResponderEliminarSon como la caricia de una pluma de pájaro chiquitito y travieso.
Las flores brotan ajenas a todo, Virgi.
ResponderEliminarEs una pregunta que siempre me hago: Cuando los soldados luchan en los frentes: ¿Qué estarán haciendo los pájaros? ¿Adónde se irán? ¿Se quedarán en una rama mirando el espectáculo o volarán despavoridos?
Nunca he tenido respuesta.
Pero sé que mi corazón descansa con el tuyo pues que pensamos y sentimos igual.
Jajajajaj, Dyhego, eres un encanto.
ResponderEliminar¿Las amapolas se comen?
Creo que con sus hojas se hacen unas tortillas estupendas que luego se toman con una cerveza.
Vete tu a saber.
Noel, si es que ya se habían ido las nieves y luego después han vuelto.
ResponderEliminarTecla:
ResponderEliminarComerlas no, pero tengo entendido que son opiáceas y que en la huerta se hacían infusiones con sus hojas para relajamientos... En Murcia se la llama "ababol", por lo menos en la huerta.
Salu2 ababoaleros.
A pesar de todas las lluvias de abril, de todos los días ventosos que nos trajo, a pesar de todo llega mayo, con sus flores, sus amapolas explotando en rojo por los campos, la primavera arrasará con su belleza y nos llenará la vista por muy nublada que nos la pongan otras cosas y sí, los pajarillos emigran frente al tumulto de la guerra, pero vuelven cuando todo se calma, siempre es así... la vida sigue su curso, fluye como tú con tus letras, preciosa... con sabor a tierra y a verdad.
ResponderEliminarUn beso inmeeeenso mi querida TECLA.
Ayyy Tecla que bonito pero hoy no es así, está nevando todo el día y veremos a ver que pasa con las cerezas y las frutitas de la época, aunque tu poema es delicioso.
ResponderEliminarTengo una sopresilla para tí. Cuando puedas te pasas por mi blog para recogerla. (Por cierto, no estás obligada a nada).
Besicos muchos.
La primavera en todo su apogeo,incluida la lluvia.Menos mal que ella no entiende de tristezas...
ResponderEliminarSaludos Tecla.
Afortunadamente llegó la primavera aunque muchos no lo quieran, agradable rojo pasión.
ResponderEliminarsaludos
Preciosa fotografía y canto a la Primavera...Aqui decimos que eres más del campo que las amapolas...Un beso desde Almería.-
ResponderEliminarhttp://visual-anjespinosa.blogspot.com.es/
Aunque se empeñen en que no son buenos tiempos para la lírica, Tecla, hay que ganarles la partida y llenarnos los ojos de belleza y el corazón de poesía.
ResponderEliminarCada vez que se va abril, tengo un año más, así que entro en mayo con más arrugas, pero espero que más sabia.
Donde se ponga la belleza de una amapola, tan roja, tan efímera, tan a ras de suelo... que se quiten los ramos de las floristerías.
Hoy que llueve y hace frío en Madrid (4º, es de locos) me reconforta tu cálido poema tan lleno de vida.
Gracias por tus comentarios tan animosos, eres un cielo.
Qué bien hemos coincidido María. Tu toda espontaneidad y fuerza y yo te siguiéndote, con toda la admiración del mundo.
ResponderEliminarDyhego, en mi pueblo se conocen las amapolas adormideras. Que son opiáceas pero que la gente no lo sabía. En mi pueblo cuando una planta tiene propiedades negativas te decían: "No huelas esas flores que se hinchan las narices"
ResponderEliminarTambién cuentan que cuando los niños lloraban demasiado les mojaban el chupete en un mejunje hecho con la amapola adormidera.
Me gusta comentarte esta curiosidad.
Yo también estoy preocupada por las cerezas, Nani. En mi pueblo se crían en abundancia y dicen que es el Jerte de Andalucía.
ResponderEliminarPero en estos momentos está todo nevado y es espectacular.
Es lo que pienso yo, Jerónimo. Que pase lo que pase, siempre nos llegará la primavera.
ResponderEliminar....Si es que no nos la joden con tanta radiactividad y tanta porquería nos están echando.
A mi ya me gustaría ser así, Anjespinosa. Pero mucho me temo que no tanto.
ResponderEliminarQué se le va a hacer.
Tesa, gracias a la poesía y al Arte que nos consuela salimos adelante a pesar de todos los avatares de la vida.
ResponderEliminarTenerte conmigo ha sido una de las mejores inversiones de la vida.
Color, vida: estalla la naturaleza esplendorosa, quién mejor que tú para cantarle al amor incondicional de nuestra madre tierra…Apunta la primavera rasgando otro ciclo para disfrutar. (Pasara el mal tiempo, mayo palpita fuerte)
ResponderEliminarAbrazos querida poetisa…
Abrazos para ti, América. Qué alegría tenerte aquí de nuevo.
ResponderEliminarBenditos y esperados perfumes, benditas flores, bendita tardía primavera, precioso poema dando la bienvenida a Mayo.
ResponderEliminarBesicos.
Hola, un placer pasar por tu buen blog, te felicito por tu gran trabajo, aquí me tienes felicitándote. Te invito cordialmente a que leas mi nuevo poema titulado “El poema cósmico”, es un poema romántico entre estrellas, está publicado en El blog de Boris Estebitan.
ResponderEliminarQué fuerza tienen las amapolas, la fuerza de la tierra, como tu poema.
ResponderEliminarBesos
Piedra
La bella alfombra, tejida con los colores de las pequeñas flores, anuncia que la tierra ya es fértil. Su entramado multicolor indica a las palabras, a los versos que la espera ha terminado, que la bienvenida ya está preparada. En ella existe agua, tierra, aire y fuego. Un fuego largamente cuidado que se inflamará entre la pasión y el amor.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, querida Tecla.
Parece que la llegada de Mayo, es un gran acontecimiento, Tecla.
ResponderEliminarY como no si las amapolas se miran en tu frente!
Abrazos de Mayo.
Gracias, Ana: ¿Nevó en Jaén el domingo) Te lo pregunto porque en mi pueblo cayó una nevada de órdago. Si es así ponnos fotografías. Ha visto algunas de Jaén nevado, preciosas.
ResponderEliminarTe agradezco tu visita, Boris. Ya me he pasado por tu blog. Tu poema era precioso.
ResponderEliminarNunca mis fotos serán como las tuyas, Miguel.
ResponderEliminarTe agradezco mucho que estés aquí, eres una de las personas a quien valoro.
Mi querido Antonio: Me alegra mucho haberte inspirado así.
ResponderEliminarGracias por tan bellas palabras.
Gracias Beatriz. Echo de menos tus pasos.
ResponderEliminarMi amiga querida.
abrazos y feliz día del trabajador aún acá de día
ResponderEliminarmil gracias por tu huella SOCORRO
hasta el 40 de mayo yo no me quito el sayo.
ResponderEliminary este año, más que nunca.
muchas amapolas...
Lo hago encantada, Elisa. Siempre que el tiempo disponible me lo permite.
ResponderEliminarUn beso.
Jajajajja, Senses, Ni se te ocurra quitártelo, Senses. En mi pueblo ha caído una nevada que ni te imaginas.
ResponderEliminarUn beso.
Tecla:
ResponderEliminarPor aquí también se cuenta que las madres les daban a los bebés unos traguitos de amapola para que no diesen tanto la vara, jajaja.
(Hoy en día, esas madres saldrían en los periódicos...).
Salu2 anecdóticos.
Pero qué cómodo, ¿No, Dyhego?
ResponderEliminarSalían al campo cogían unas cuantas amapolas y hacían el mejunje, ni pediatra ni seguridad social ni ná de ná.
Vete a saber lo que tienen los mejunjes que nos recetan ahora.
Te puede dar un tozolón y ni te enteras.
Muy buenas palabras y preciosa foto...te mando un besazo desde Murcia
ResponderEliminarGracias Alp, tus últimas imágenes tampoco tienen desperdicio.
ResponderEliminarTe prometo mirarlas con más detenimiento.
Un beso.
Que canten, que griten las flores, que aúlle la naturaleza toda un canto de alegría. La Tierra comienza su descanso y su nueva promesa...
ResponderEliminarAsí es Walton, amigo. Qué alegría encontrarte. Esto sí que es ver amanecer la primavera.
ResponderEliminarfeliz fin de semana SOCORRO
ResponderEliminaracá toda la noche llovió, que delicioso sonido!!!
abrazos otoñales
mil gracias por tu palabra
no hay nada com o la primavera...naci en mayo y me encanta esa explosión de color.
ResponderEliminarBesos
Pluvisca, a mi también. Las amapolas son el exponente más palpable del triunfo de la primavera.
ResponderEliminarMe encanta que llegue Mayo, en mi país en cambio llegan las lluvias, es el trópico, pero dejamos atrás un poco a la sequía, al calor infernal y la lluvia refresca cada tarde.
ResponderEliminarBienvenido a mi blog, Rónald, he intentado entrar en el tuyo y me responde que tu perfil no se puede mostrar porque no has dado permiso para que lo haga, más o menos es lo que dice.
ResponderEliminarDebido a la redondez de la tierra nos damos envidia los unos a los otros debido a las primaveras y a las diferencias que siempre nos separan.
El milagro es que a pesar de todo nos sentimos cerca, muy cera, tanto que casi nos tocamos con las plantas de los pies.
Un saludo, Ronald.
La literatura nos enseña que somos el río, pero prefiero tu versión: ser para y en el río, ser cauce.
ResponderEliminarBesos.
Qué agradable visita tan de buena mañana, Xuán.
ResponderEliminarGracias por tu observación. Yo también prefiero ser cauce.
Se siente la tierra en tus palabras...
ResponderEliminarcomo vibra en su esencia viva...
los que somos de agua, de tierra, de sol
jamás nos cansaremos de cantarle a la vida
besos amiga!!!
Qué bien me lo has explicado, Meulen. Te quiero mucho.
ResponderEliminargracias por acompañarme en el aniversario de la muerte de mi madre
ResponderEliminarabrazos
Lo que me desconcertaba, Elisa, es que me dolía tu dolor. me duele to dolor, me duele mucho.
ResponderEliminarPorque sé que lo llevas ahí clavado y no consigues superarlo.
Igual que yo.
Todo lo has hecho bien y tu madre se sentirá sumamente orgullosa y consolada.
Te quiere feliz.
Como cada madre quiere felices a sus hijos.