–Dime niña que piensas
que de tanto pensar se te derrama la falda cual cascada
insolente que quiera inundar el mundo.
Y tu violín vacío llora junto a la fuente
quimeras que un día se nos perdieron en el tiempo.
Dime tu, niña de los ángeles, qué misterios oculta tu
mirada.
¿Tienes fuego?
–No, tiengo alma.
–Préstame tu violín,
he perdido la música.
–Yo soy la música.
Silencio.
Cae la tarde en las afueras de Tonambuctu
He venido a buscarte , aquí, a la constelación de las hijas
de Nereo.
Te traigo unos zarcillos, y un perfume de sándalo que
enamore a tu cuerpo…
Silencio….
Cae la tarde en las afueras de
Tonambuctú
Imagen: Al caer la tarde: Óleo sobre tela
Autora:S. Melgarexo
Medidas: 88 X 64cm.