Era paz y era lumbre la noche transformada
Era paz y era fuego la brisa
desatada
Quédate aquí conmigo amor.
No te vayas.
-Dónde quedan los años, dime, adónde
Adónde las mañanas.
-Se las llevó la mar, se fueron con el agua.
Ahora ya no hay noches, ni brisas, ni alboradas tan solo un
llanto seco
que me ahoga
y estas manos antiguas
y estas llagas
escritas
a buril
y a palabras que nunca se dijeron
pero que abrieron surcos
en el mar.
-¿Qué tienes que decirme?
-Nada.