martes, 31 de marzo de 2009

QUÉ NOCHE TAN EXTRAÑA

QUÉ NOCHE TAN EXTRAÑA

Llovió toda la noche
También llovió sobre el día emponzoñado y dormido entre las nubes.
Y sobre el día soleado y despierto.
Llovió
Llovió toda la noche
mientras que nuestros poros se comunicaban entre los edredones.
Y mientras brillaban como navajas las gotas de la lluvia
como si fueran rayos luminosos, relucientes, eléctricos, metafóricos, asustados.
Y mientras la sombra del pájaro
saltó por la ventana de una décima planta viniendo a estrellarse sobre un todo terreno
aparcado en la acera.
En un golpe seco, profundo, colorado, estremecedor, mortal.
Qué noche tan extraña.
Llovió sobre la noche.
Llovió sobre el silencio, llovió sobre la muerte,
sobre las palabras mudas, sobre las cortinas de mi habitación, y sobre las palabras
habladas y escritas.
Llovió.
Y sobre todo lo habido y por haber, llovió.
Llovió sobre los dolores de los cuerpos
Y sobre los dolores de las almas.
Sobre los cargos de conciencia
y sobre la alegría de vivir.
Llovió por todas partes.
Bajo la sombra de la luna llovió
Llovió sobre las farolas de la ciudad dormida.
Y sobre los gritos de la noche
Sobre las risas
Sobre los
alaridos.
Llovió sobre los sueños cumplidos e incumplidos
Llovió sobre el deber y sobre la negligencia
Y en los tejados de las catedrales.
Mientras que nosotros
ajenos
ganábamos triunfantes nuestras propias batallas arrebujados entre los edredones.
Qué noche tan extraña.

sábado, 21 de marzo de 2009

ENTRE NARANJOS VERDES Y FRUTAS ENCENDIDAS

NADA ME PERTENECE

Estas luces que tengo aquí,
al amparo del regazo de mi vientre
ya no
me
pertenecen.
Un ramo de amapolas, el corazón vacío, el licor de mi mesa
este fuego voraz
que me
consume.
Este
rayo
de
pólvora
en mi boca.
Ya no me pertenecen

Se me escaparon por los poros de mi piel sudando contigo los caminos invisibles
y ocultos.

Estas entrañas
que bailaban al son de tus palabras
y reían
al más mínimo detalle de tu aliento.
Ya no me pertenecen.

Se fueron con tus manos por lugares ignotos y lejanos.
Se las llevó la fiebre
en una madrugada
de vino
y
de cubatas.
De canciones oscuras
y danzas de azafrán
y
de botellas.

El doblez de este vestido y esta falda.
Los broches de mi escote.
Ya no me pertenecen.
Se los llevó la mar
jugando
con
tus dedos
cuando hurgabas poco a poco mi armonía,
y la seda blanca y limpia
que tejieron
las
abejas
en noches de locura
y
de tormento.

Nada me pertenece ya
que no sea
el espacio entrañable que los dos compartimos una noche
entre naranjos verdes y frutas
encendidas.

viernes, 20 de marzo de 2009

NADA





Nada
tengo yo que perdonarte
a ti
que nunca me hiciste nada malo.

Trajiste la belleza a mi vida cuando ya nada esperaba

Tú puedes preguntar
Yo
Puedo preguntar
Pero cada cual elige si responde.

Nada es obligatorio entre nosotros.
He llegado a amarte
Pero es difícil permanecer en una distancia sin esperanzas

Aún así
Te amo.
*
Dolor,
me duele dolor
Grito desperado grita fuerte
Dolor me arranca el pecho dolor.
Dolor de un grito que no es un grito
Sino alarido.

Dolor
Me duele dolor
Dolor miserable, recio
Dolor de sangría
Que resbala y chorrea pus de una herida
Clavada en mi conciencia.
Dolor de silencio.

Dolor que duele dolor dentro de mi.
Dolor en lo más hondo de mis entresijos
Dolor que nadie conoce dolor
Dolor vivo en tu ausencia
Dolor que se desgarra dolor
Dolor que me desgarra
Desgarro
Entrañas
Ausencia
Dolor
Dolor
Dolor
Loco albedrío

jueves, 19 de marzo de 2009

HAY UN SUEÑO DE AGUA ESCONDIDO

HAY UN SUEÑO DE AGUA ESCONDIDO

Hay un sueño de agua escondido en un racimo de uvas.
Hay una fuente que brota
sin que nadie
le diga.
Y una nota de música dormida junto a un piano que enciende una vela.
Y hay un sueño de miel y de vino
que no puede beberse
Y un misterio de sangre y olvido soterrado en la tierra.
Y mis manos abiertas esperando que llegues, me han hablado del viento
que pronuncia tu nombre.

Pero.
El agua del sueño se ha desbordado y ha inundado mi casa,
y los muebles
flotan navegando sonámbulos por las habitaciones.

La fuente se ha llenado de algas y no se puede nadar en ella ni lavar la ropa como si fuera un río,
y la música
suena ya tan lejana,
que más parece un silbido del viento.

Lloro tu despedida y el vacío que me acechan como aves rapaces husmeando su presa.

Pero no tengo mas remedio que volver para encontrar el sueño de agua escondido en un ramo de uvas.

Y la fuente que brota sin que nadie le diga.
Y una nota de música dormida junto a un piano que enciende una vela.
Y un sueño de miel y de vino que no puede beberse.
Y un misterio de sangre y de olvido soterrado en la tierra
Y dejar mis manos abiertas esperando que llegues porque me hablan del viento que pronuncia tu nombre. Porque resulta que he perdido mis zapatos, y no sé caminar descalza.

lunes, 9 de marzo de 2009

COMO QUIERES QUE NO ME DUELA



Cómo quieres que no me duela
si me duele hasta el agua.
Y hasta el aire que respiro me duele.

Me duele caminar

Y ver

Y descubrir
que no te encuentro en cada esquina en cada casa
en cada puerto que te busco
me duele

Cómo quieres que no me duela
Si me dolían hasta los párpados el día de tu partida.

¿Que si me duele dices?
¿Que si me duele?
Me duelen las entrañas
Me duele la caricia del mar

Y hasta los encajes de mi almohada
se deshilachan de dolor por falta de tu aliento.

Que si me duele me preguntas.
Vaya si me duele.
Me duele la sangre que corre por mis venas
Me duele el corazón
Y me duelen mis pasos huérfanos de tu presencia.

Me duelen los días y las noches
Me duele la lluvia
Y me duele la música
Me duelen las yemas de mis dedos.

Y hasta las teclas donde pongo tu nombre
Me duelen.

Cómo me duele todo
Me duele el ayer, me duele el hoy
y el mañana.
Si hasta mi Fantasía se vuelve dolor

Y hasta la Primavera
Me duele.
Cómo me duele todo
Cuanto me duele.

CANTO A LA TIERRA


Acaricié la Tierra y me sentí Tierra.
Tu me querías.
Y yo me volví Tierra
Cuidada, laborada sembrada
Regada por la lluvia
Fertilizada en mi
dentro

de mí misma.


Rocé la Tierra y me sentí Tierra.
Tu me querías
Y yo me volví Tierra
Parturienta perenne de flores y castaños
Labrada, arada, taladrada
Bombardeada
Herida.


Atravesada de caminos
Y de amaneceres constantes y perpetuos
que dan la vuelta al mundo cada día.


Toqué la Tierra, me sentí Tierra y Tierra me hice
creadora de semillas
y lirios encendidos.
Vida que se devora y vuelve a renacer en ella misma
Transmutación constante en llanto de ríos que acaban siendo mar
y risa de cascadas


Arañada, taladrada, penetrada.
Amada desesperadamente
en mi vientre de fuego
para parir la yerba

y los gemidos


Le canté a la Tierra y me sentí Tierra
y Tierra me hice
Tu me querías
Y yo

parí la lluvia

Me puse de rodillas rezándole a la Tierra y Tierra me sentí
Tierra me hice
Volcán abierto
Fuego derretido
Lava que se derrama en la ladera.

Si tu fueras el Cielo y yo la Tierra
Nos lloveríamos mutuamente el uno contra el otro
Con los ojos cerrados
Para olvidarnos de quién nace y de quién muere
Puesto que todo es Tierra y todo es Cielo.
Y todos somos uno

Acaricié a la Tierra y Tierra me sentí.
Tierra me hice
Témpano de hielo mis extremos
Fuego mis entrañas
Calor desesperado en mi cintura.
Tu me querías.
Y yo te quería y me sembraste ya de anochecida.

Acaricié la Tierra y me hice Tierra
Y Tierra soy
Sembrada, germinada, parturienta, creadora
Madre.

sábado, 7 de marzo de 2009

ES TIEMPO DE CEREZAS EN ESTE LADO DEL MUNDO


Es tiempo de cerezas en este lado del mundo

tiempo de bailarle a la luna

y de bañarme en ti

mirándome al espejo
de tu frente.


Estamos desnudos

Pero no estamos solos en este tiempo de cerezas

Nos tenemos

en la orilla de los sueños de nuestra primera noche

Con la luna mojada iluminando

nuestras vidas



Es tiempo de descanso a la sombra del árbol

Y dejar que sus frutos

sean lluvia que cubra nuestros cuerpos
y nuestras ambrosías

Como si fueran ardientes copas de vino y zarzamora
prestas a ser gustadas.


Pero está prohibido llorar por el tiempo que se fue de nuestros dedos.

Tiempo de cerezas en este lado del mundo

de noches de fantasía

y de memoria.

De gatas y gatos maullando en los tejados

escondidos entre las sombras de tres rayos de luna.


Un violín dormido se despierta

y toca una sonata en fa sostenido menor.

Y entrelazando su cuerda y su sonido

tejen el único ser que somos.


No te puedes marchar en tiempo de cerezas.

Es época de recoger las espigas

de caminar juntos por la playa.

Es tiempo de luciérnagas

de vientre suave y espalda luminosa.

Tiempo

de sembrar las estrellas.


No te vayas.

Es tiempo de cerezas, de canícula, de amapolas
y de recoger la siembra
en este lado

del
mundo.