Si yo te bebiera niño mío
Si yo te bebiera, ¿Eh?
Si yo te bebiera, ¿Eh?
me volvería agua
y brotaría por todas las fuentes de la
vida
si yo te bebiera.
Niño mío.
Si yo me bebiera tus pestañas
y tu gloria de luna
niño mío,
qué atardecer dorado turbaría mi vista
y tus ojos,
mi niño
qué despertar tan dulce el de mi
siesta.
Caricia de mis sueños
y de mis tempestades
niño mío.
Me
vería sola en los charcos
Y te buscaría
¿Dónde se ha ido mi niño? ¿Dónde se ha
ido mi niño?
-Se lo ha llevado el tiempo, señora.
El tiempo se lo llevó.
Fotografía: Socorro Melgarejo
Quizás si tu protagonista bebiera en los labios de ese niño, igual no despertaba de la misma manera.
ResponderEliminarUn abrazo.
El niño de los sueños anhelados
ResponderEliminarque nunca se duerma
que necesitamos despertar de nuevo en la alegría de ese amor
de esa fortaleza para seguir siendo
para seguir estando en esa búsqueda necesaria
de nosotros mismos
el niño de esos ojos que regrese a su lugar de amor...
besos amiga!
Maravillosos poema, muy hermoso.
ResponderEliminarBss.
Hay aguas que son licor para el corazón y consuelo para el alma.
ResponderEliminarBss
Pues que el tiempo lo traiga y apague ese dolor.
ResponderEliminarMuy hermoso el poema, Tecla.
Besos
Tecla:
ResponderEliminarLa foto es magnífica y el poema no le va a la zaga.
Interpreto beberse al niño como intentar volver a la infancia y lo que tiene de tierno, sincero y libre.
Salu2 infantiles.
¡Qué gran poder tiene el tiempo!. Cruel con algunos, condescendiente con otros, pero un avaro prestamista que siempre acaba cobrando.
ResponderEliminarSaludos
El tiempo acaba llevándose casi todo, excepto lo que la memoria logra rescatar.
ResponderEliminarBello poema
Un beso
Que te lo devuelva convertido en hombre. El tiempo lo puede hacer.
ResponderEliminarPrecioso Tecla.
Besos.
Un bellísimo poema, Tecla. Convertirse en el agua en donde se juega, se disfruta y se bebe, es tan fascinante como la necesidad de encontrarse unida por siempre al niño que se refleja en el charco en el que se mira cada vez que pasa junto a él. El día que el tiempo lo robe el charco se secará para siempre.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo, amiga Tecla.
La belleza de tu alma sale a la luz entre las palabras, camina por las letras, bebe de tus preguntas y se balancea en las cunas de todos esos niños que desean les escribas, Tecla querida.
ResponderEliminar¡Ay, qué ternura tan dulce!
Como siempre un placer pasarme por tu casa.
ResponderEliminarSaludos.
El tiempo siempre cumple su cometido y sus leyes. No falla. Así es.
ResponderEliminartecla, un poema muy hermoso, lleno de sentimiento y buen hacer.
Un abrazo
El tiempo amiga apaga la gloria y la luz de los ojos,se bebe muchas veces los sueños y no nos damos cuenta.
ResponderEliminar¡Eres agua dulce tecla!
Un abrazo y feliz semana
Precioso poema Tecla, y ese comienzo es de los que ponen los vellos de punta. Ojalá nos volviéramos agua o cualquier cosa, cada vez que empatizamos con ese algo o alguién.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Mmmm beberte sus pestañas, ¡qué cosa más bonita TECLA! todo en este niño tuyo es precioso, aunque no creo que el tiempo se lleve nada de estos niños, una vez te has bebido sus pestañas se te inunda todo dentro y ahí se queda para siempre ;-)
ResponderEliminarUn beso grande cielo.
Se puede ser mayor y niño a la vez. No hay que renunciar a las ilusiones, al asombro, a la inocencia. Nunca.
ResponderEliminarHay sentimientos que sólo una madre puede expresar...
ResponderEliminarUna delicia el poema
Abrazos
Ana
El tiempo se lleva y devuelve las cosas, un abrazo¡¡¡
ResponderEliminarMuy hermosa entrada, felicidades¡
Si ha de llevárselo el tiempo, mejor bebérselo a pequeños sorbos, para que dure si cabe aún más tanta delicia entre ríos, torrentes, sueños y tempestades.
ResponderEliminarBesos, mi Niña.