Llamé a la piedra.
Llamé a todas las piedras.
Y las piedras comenzaron a tronar y tronar y tronar,
hasta que las mentes estallaron en pánico.
hasta que las mentes estallaron en pánico.
Fue entonces cuando empezaron a brotar los versos.
Versos desde el fondo de la tierra, a llamaradas, a luces, a
chorros de agua.
Versos guardados desde el principio los siglos de los siglos.
Versos blancos de luna,
versos fugaces con fuego de amanecer, versos contenidos, versos de vino
y rosas, de borrachera, de miedo, de temblores.
-Abrázame: Tengo tanto miedo.
-No te asustes. Estoy aquí. Contigo.
Desde ese momento la Verdad nos fue fiel como las piedras de
los Gamellones. Como las montañas de Aznaitín.
-Sé que algún día seré piedra, seré verdad, seré nublo, seré lluvia.
-Eso no es posible.
-Lo es. Puede serlo. Alguna vez ha de ser.
Ya lo verás.
Fotografía de José Mara Ortega Viedma
piedras más grandes han caido
ResponderEliminarlas rocas son seguridad y permanencia
ResponderEliminarlas piedras nos hablan desde eones, ruedan y golpean, son nuestra basal memoria
abrazos y buena jornada
Por aquí estaré disfrutando de tus blogs, cada vez.
ResponderEliminarSi de la capital de Chihuahua... Encantada de conocerte!!!
Un beso.
Me gusta esa idea de que broten versos por todas partes. Versos surgen hasta de las piedras, aunque parezcan inanimadas. Todo cuenta una historia, todo tiene su lírica.
ResponderEliminarUn beso.
Tranquila hermana, no tengas miedo, la vida es sueño y los sueños, sueños son...
ResponderEliminarSeremos piedras fuertes para no tener miedo y para que los versos estallen tal como los describes!!
ResponderEliminarEn cuanto a mis micros, la verdad es que el comienzo del concurso de esta semana de (REC), era un poco extravagante y no daba para mucho juego, pero he intentado en uno reflejar la belleza y en el otro, todo lo contrario, incluído el dolor. Igual no he sabido hacerlo bien, pero te agradezco tu sinceridad, ¡la prefiero!
Besicos muchos.
Tecla:
ResponderEliminarLas fuerzas telúricas llaman... y hay que saber escucharlas, aunque es difícil.
Salu2.
No es mal final terminar convirtiéndose en piedra. Yo firmaría ya. Aunque me temo que no pasaré del polvo, o de la ceniza.
ResponderEliminarDe cualquier parte pueden brotar versos, sólo hace falta alguien que sepa recogerlos tan bien como tú.
Un fuerte abrazo, Tecla
Ya no veré nada, ya no seré quien mira desde un lugar, sino lo contemplado.
ResponderEliminarMe parto de fantasías al imaginar en qué justo momento se te ocurrió este poema, en qué estabas, dónde, en quién o en qué pensabas, pero no lo digas, ese es tu secreto.
ResponderEliminarUn beso.
Versos pluma y versos piedra, versos fuego, agua y viento, versos puño y versos verdad...¡versos justicia! Sí, eso es posible.
ResponderEliminarBss
Si está contigo..tranquila..un beso desde Murcia...
ResponderEliminarTodo es posible. La transmutación de todo lo existente en la Tierra puede llegar a lanzar, por las fumarolas de piedra, palabras encadenadas formando versos, poemas interminables de fuego y lava para, posteriormente, convetirse en otros muchos compuestos en función de la imaginación de todo aquel que los lea.
ResponderEliminarUna idea muy atractiva y sugerente.
Un fuerte abrazo, querida Tecla.
Y las que caerán, Noel.
ResponderEliminarSiempre me arrancas una sonrisa.
Las rocas son la fuerza, Elisa.
ResponderEliminarEncantada yo también, Sara.
ResponderEliminarMe fascinan las piedras, Isabel.
ResponderEliminarDebe ser por todos los siglos que llevan a su espalda.
Las piedras me hablan y me dicen, y me cantan.
Es cierto.
He vuelto, Nani, y he comprendido tus micros.
ResponderEliminarA veces la mente se nos pone espesa.
Por separado me han gustado mucho, y estoy encantada con el jardín de los cerezos.
Pues yo abro bien los oídos Dyhego.
ResponderEliminarQuiero saber si tendrán necesidad de decirme algo.
Igual me descubren el sentido de la vida.
Alís, qué alegría: ¿Has vuelto?
ResponderEliminarOjalá que así sea. Ahora sí que tendrás historias que contarnos.
Que así sea, Loam.
ResponderEliminarDejar de ser espectador para ser la contemplada.
Es que ya no me acuerdo, Sarco.
ResponderEliminarLlegó.
Tu sabes más que yo de todo esto.
Pero seguro que tampoco has descubierto de dónde te llegan las palabras.
Aquí está el misterio.
Verso, cómo me ha gustado tu comentario de hoy.
ResponderEliminarA mí me encantaría ser lluvia y caer y volver a caer. Piedra tampoco estaría mal, no.
ResponderEliminarLo seremos, Tecla, sí, sí.
Besitos, cielo.
Lo sé Alp. Lo sé.
ResponderEliminarTe agradezco mucho que estés aquí.
Un saludo.
Gracias por tu comentario, Antonio.
ResponderEliminarEn la vida, la realidad supera a la ficción.
Y por consiguiente todo es posible.
Algunas veces, incluso real.
Piedra no está mal, Virgi.
ResponderEliminarAsí podríamos contemplarlo todo desde las alturas y durar por los siglos de los siglos.
Sin tener que hacer nada.
Solo estar.
Te quiero Virgi.
Construimos , y edificamos en piedras , en suelo sólido, hay sueños, no importa si hay miedo , lo importante es seguir deseando y ya se dará.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso amiga, tenía rato de no pasar por tu rincón.
Susana
felicidades guapa, espero que hayas tenido un estupendo 8 de marzo.
ResponderEliminarlas mujeres os habéis sacado de encima muchas piedras, pero añun quedan muchos muros que destruir entre tod@s.
besos.
felicidades para ti
ResponderEliminartú eres la mejor de las rocas
que señalan el mundo infinito de amores y de fuerza
la fuerza viva que camina por tu suelo amado
besos amiga!
Las rocas, sabias.
ResponderEliminarTodos merecemos ser rocas alguna vez. O, al menos, aprender a escucharlas.
Un beso.
Sólo es cuestión de golpear y golpear.
ResponderEliminarSusana, cuanto tiempo sin leernos. Gracias por pasarte.
ResponderEliminarTe doy mi más calurosa bienvenida.
Los destruiremos todos, Senses.
ResponderEliminarHace ya tiempo que lo sé.
Un abrazo.
Seremos rocas, Meulen.
ResponderEliminarFirmes y fuertes como las montañas y viviremos en los siglos.
Altivas, orgullosas.
Gracias por ti, Javier, que me pintas el mundo de colores.
ResponderEliminarmuchas gracias Socorro por tus huellas
ResponderEliminarten un fin de semana precioso
abrazos y energías
Tus palabras nunca son de quedarse quietas: siempre hay en ellas una voz, una llamada y una llama. Y cuando miran a las cumbres están buscando lo más profundo, de dónde salieron las fuentes.
ResponderEliminarGracias por toda esa fuerza, Tecla.
Besos.
Desde la primera vez que te leí, TECLA tengo la misma sensación...eres un clamor roto que lucha desesperadamente por no perder la esperanza por agarrarte a lo que sea in estremis si es el caso, pero sieempre lloras bajito fuerte, desesperadamente dulce.
ResponderEliminarSi tu llamas a las piedras, te escucharán y te harán suya entre sus brazos y te darán su fuerza y su verdad...porque suenas así... fuerte frágil verdadera.
Un beso preciosa.
Precioso texto muy bien ilustrado.
ResponderEliminarUn abrazo desde Piedra, de
Piedra.
Gracias, Elisa. Lo he tenido así, como tu me has deseado. Precioso.
ResponderEliminarGracias a ti, Xuan, por penetrar en lo más profundo de mí misma.
ResponderEliminarNada como sentirse comprendida.
María.
ResponderEliminarMaría.
Préstame tu hombro.
Necesito descansar.
Ya he encontrado tu pueblo, Miguel. Se llama Piedra y estaba lleno de almendros en flor.
ResponderEliminarHe cogido unas pocas.
FOR YOU:-)
ResponderEliminarSweet dreams, bonita.... descansa.
Gracias, María. Desde el primer momento lo supe .
ResponderEliminarHola guapa, estuve unos dias fuera
ResponderEliminarHermoso escrito, hay esperanza eso que ultimamente escasea...
hay que confiar...
Besos
Tu estás siempre aquí Pluvisca.
ResponderEliminarHaciéndonos gozar con la mirada.
Un beso.