Nunca antes en la vida se habían visto.
Así que se miraron profundamente a los ojos hasta perderse
el uno dentro del otro. Visitaron sus paisajes, jugaron las flores
amarillas de sus primaveras, corrieron los montes de sus propias fantasías y las sombras de sus amaneceres.
Después se besaron.
Y nunca más se volvieron a separar.
….Hasta que les atravesó aquel rayo de tormenta y se reencontraron nuevamente en el paraíso.
Fotografía: S. Melgarexo
Estoy intentando hacer minirelatos. Pero no sé si me han salido.
ResponderEliminarLa verdad es que me gustaría.
Aunque dicen que la cabra siempre tira al monte.
Así creo que puede suceder, Tecla, con una profunda mirada, muy profunda, leyendo todo lo que existe en el interior del otro. Al saberse, la felicidad se apoderará de los nuevos amantes hasta que el placer físico completa esos instantes que durarán toda una vida... aún después de ser brutalmente segada.
ResponderEliminarExcelente.
Un fuerte abrazo, querida Tecla.
Gracias, Antonio.
ResponderEliminarQué bien lo has descrito.
lo dificil del minirelato es generar historias con tan pocas palabras
ResponderEliminarDa gusto saber de flechazos así.
ResponderEliminarSalu2, Tecla.
Puede que al final uno se acostumbre Noel.
ResponderEliminarLo importante es contar una historia y que se entienda.
No sé si lo estoy consiguiendo.
Pero lo tengo que probar.
Ya me contaréis.
En eso sí que llevas razón, Dyhego.
ResponderEliminarEl eterno reencuentro de quienes están predestinados.
ResponderEliminarBss
Después de lo que se ha dicho, ya no tengo palabras para describirlo, sinceramente, sister.
ResponderEliminarCreo que aquí sí lo has conseguido; si te fijas tienes un planteamiento, un nudo y un desenlace.
ResponderEliminarY es un micro dulce, con un lenguaje impregnado de lirismo (no en vano eres poeta).
Me gusta que seas tan romántica (yo también lo soy, aunque me da por cargarme gente en los relatos...).
Sigue, querida Tecla, que los micros, al ser tan cortos, están casi más emparentados con la poesía que con la prosa por su fuerte poder evocador.
Un beso.
Pensé en Adán y Eva, quizás por el paraíso que aparece al cierre.
ResponderEliminarCreo que lo lograrás, cada vez mejor. Este es muy bueno.
Besos Tecla.
amor a primera vista.
ResponderEliminaryo estoy muy a favor de dejarse llevar por las primeras impresiones.
besos.
Los hay también en la tierra y te llevan al infierno y separados y con odios y culpas y no hay poema que les limpie el agua de su antiguedad.
ResponderEliminarBesos.
Tiene dos lecturas, tecla.
ResponderEliminarUna, por la imagen, que se trate de dos hojas y la otra más humana.
De todas maneras, la última se entiende perfectamente desde la metáfora.
Es un micro poético.
Besos
Te ha salido, te ha salido...
ResponderEliminarComo han dicho por arriba, varias lecturas: las dos inquietantes, románticas, poéticas.
Un beso.
La vida narrada en su esencia, donde el amor es el símbolo.
ResponderEliminarUna delicia compartir
pues es un relato muy bueno, la acción es el pilar en ello
ResponderEliminarAdán y Eva absolutos
felicitaciones
abrazos
Seguramente, Verso. Nadie sabe cuantos encuentros nos esperan.
ResponderEliminarTienes palabras, Anónimo. Dímelas.
ResponderEliminarTus palabras me consuelan, Isabel.
ResponderEliminarGracias.
Si consigo que con un relato o un poema tu vengas a mi. Qué más puedo pedir, Aída.
ResponderEliminarQué hermoso nombre te puso tu madre.
Senses, dicen que la primera impresión es la que vale.
ResponderEliminarSi luego no sale bien, pues pelillos a la mar y que nos quiten lo bailao.
También los hay, Sarco y no hay agua en la tierra que los pueda limpiar.
ResponderEliminarGracias Vero por tu sabio comentaria. Lo he leído con gran interés.
ResponderEliminarGracias por ti, Huellas, y por tu comentario.
ResponderEliminarElisa, tu opinión es muy importante para mi.
ResponderEliminarA mí me ha parecido precioso este relato corto,aunque un poco catastrófico por lo del rayo.
ResponderEliminar¿Se estaban besando con tormenta bajo un árbol?.Si es así,resulta además muy romántico...
Abrazo Tecla.
Síííiíí, Jerónimo, debajo de una higuera repleta de higos maduros y chorreando su gotita de miel color burdeos.
ResponderEliminar¿Los has visto alguna vez?
Como para volverse locos.
Que hermosa historia...encontrarse tras la vida aqui...
ResponderEliminarBesos
Eres bella, Pluvisca. Muy bella.
ResponderEliminarDebe de ser a causa de tu mirada.
Bien está lo que bien acaba, si se volvieron a encontrar ya es para siempre.
ResponderEliminarBesicos lluviosos.
Ana, estoy intentando que me salgan pequeños relatos.
ResponderEliminarNo sé si lo voy a conseguir.
Estoy un poco saturada con tanta basura y tanta política y necesito un rincón de paz.
gracias por tu huella, abrazos y feliz fin de semana Socorro
ResponderEliminarFeliz finde para ti, Elisa.
ResponderEliminarMmmmm qué bonito TECLA.
ResponderEliminarQuizá nunca antes se habían visto en esta vida pero sí en otra, por eso regresaron a ella. Son imágenes tan plásticas las que usas como metáforas de su amor físico, que se encastran con la foto y parece que has hecho un hibridaje humano vegetal.
He leído muy poquito microrelato, pero si yo fuera tu profe, te ponía un 10 directamente:-)
Muchos besos, muy feliz finde y graacias TECLA.
Gracias, María, pero si es necesario, no dudes en bajarme la nota.
ResponderEliminarHermoso
ResponderEliminarel ideal...claro existen...
feliz aquellos que han vivido o viven en esa mirada...
abrazos sinceros!
Yo amo lo eterno, el reencuentro siempre me lleva a rincones impensados, quizás mi mayor musa a la hora de escribir.
ResponderEliminarTe aliento Mejito
Me gusta el conjunto de imagenes que dejan grabadas tus letras.
TE abrazo reina!!!!!
Gracias Meulen.
ResponderEliminarEres una buena compañera de viaje.
Tu y yo sabemos lo que vemos juntas desde los puntos más extremos del Planeta.
No es igual Alumine, aquí que allí.
ResponderEliminarAquí te siento conmigo y me perteneces, al igual que yo a ti.
Allí, el caos, la distancia, el decirte a gritos, la marabunta.
Gracias por estar aquí y venir a visitarme.
Te abrazo con todo mi corazón.
Aunque no entiendo mucho de árboles, creo por la imagen que puede ser un roble, pero creo que no una higuera.
ResponderEliminarPero para qué tenemos la imaginación, Tecla, para convertir los paisajes, para jugar con las metáforas, para soñar e imaginar el destino de dos seres que están predestinados a encontrarse y nada los puede separar.
Aunque no soy creyente, sí creo que hay personas cuyos destinos se van a cruzar, pase lo que pase.
No te compliques la vida con lo de los relatos, Tecla, cuenta una historia sin más y olvídate del estilo literario.
Besos,
Aún así cuesta tanto conocer al otro.
ResponderEliminarQue difícil es expresar en pocas palabras la realidad y que fácil lo haces tu.Un saludo desde Almería .-
ResponderEliminarLa Naturaleza se alió con ellos para trascenderlos.
ResponderEliminarCreo Tesa que todo es consecuencia de algo y así sucesivamente. De tal forma que todo cuanto ocurre, ocurre necesariamente.
ResponderEliminar¿Tiene alguna finalidad? No lo se.
Te admiro, Tesa.
Al otro y al nuestro, Xavier. Yo creo que no me acabo de entender.
ResponderEliminarSomos un misterio insondable incluso para nosotros mismos.
Pero te sigo estimando igual.
Qué bien se debe de estar en Almería, con sus tapitas y sus cositas, Anjespinosa.
ResponderEliminarAsí te salen a ti las fotos.
A veces, Maria Luisa, la vida toda es como un milagro.
ResponderEliminarTecla, te ha salido un micro conmovedor y precioso, el intento d esdeluego ha mercido la pena.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Besicos muchos para ti, Nani.
ResponderEliminarEs una alegría tenerte.
Ha sido como un chispazo de felicidad. Tan breve como intenso.
ResponderEliminarSaludos.
ResponderEliminarTú, lo has escrito y muy bien hecho
Luego cada cual, le damos el enfoque oportuno.
Bss