El día que el fuego se encendió
se multiplicaron los panes y los peces.
Amor,
ven a mis brazos
que la cuna
espera.
El día que el fuego se encendió
las olas se estrellaron con fuerza contra el acantilado
ven a mis brazos marinero
que la noche está esperando
y una cuna vacía
llora
ausencias.
-El niño ya se fue,
y ahora vela sus sueños un rosal
sin espinas.
-Noooooo,
el niño está aquí. Acabo de mecerlo en mi regazo.
-Sí, pero no encuentro su sonrisa.
-La tienes tu dentro de ti.
La tienes tu.
La tienes tu.
El día que la lumbre se encendió, tus ojos brillaban como soles.
Ven a mi lecho ruiseñor
que la cuna espera.
Imagen: Emilia Castañeda
Misteriosa Venecia.
Óleo s. tela
Un poema extraordinario. Un grito de amor y esperanzas. Un ruego de amor intacto. ¡Maravilloso! Un abrazo.
ResponderEliminarEsa cuna y ese poema...que me llevan a desearte..con PAZ feliz noche Tecla
ResponderEliminarGracias Alma. Tu siempre tan especial y atenta.
ResponderEliminarTe quiero mucho.
Winnie. Eres pura delicia.
ResponderEliminarEs hermosísimo, un arrullo enamorado que teje con dulzura la ausencia del amado marinero, la ausencia del niño que no llegó. Ay, esa cuna vacía...
ResponderEliminarNo sé, quizá me equivoque, pero creo que narra una historia bien triste, pero lo hace de una manera suave, delicada.
Muchos besos, querida Tecla.
No es ninguna historia que recuerde Isabel. Salió así y ya está.
ResponderEliminarBesos a ti, Isabel por tu presencia.
Es un gustazo tenerte aquí conmigo.
la cuna se me antoja esperanza, un niño, una cuna, la vida. Precioso.
ResponderEliminarun abrazo
Gracias Ana. Eres una gran amiga y te admiro.
ResponderEliminarEste poema y el de la anterior entrada son el espejo de un alma llena de poesía. Tienes arte, poeta.
ResponderEliminarY tu eres un artista del campo, Aro. Por eso te admiro.
ResponderEliminarY en tu regazo, tú que acunas los más dulces versos quien se resistiría a una nana??
ResponderEliminarPor mar, por tierra, compartiendo panes y peces, rosales y olas, con la fuerza del que espera, rosas sin espinas, sonrisas en mar abierto y miradas que cubran el horizonte, me dejo mecer, y me agazapo en tus sueños.
Besos, preciosa.
Un fuego cálido que nos abrigue de la oscura tristeza.
ResponderEliminarSaludos luminosos.
Acurrúcate en mi regazo, Eva, niña mía, que yo te cantaré, y te diré, y te cantaré, mil nanas imposibles que te alivien esta carga pesada en la que a veces, solo a veces, se convierte la vida.
ResponderEliminarTe mezo.
Con estas primeras lluvias del otoño, Dyhego, quien no se acercaría a la lumbre, para mecer de cerca la cuna del niño que todos llevamos dentro.
ResponderEliminarFelices lluvias, mi amigo querido normalico y del montón.
Confusión convertida en bellezón.
ResponderEliminarSentimientos tirados al aire para que el azar decida la forma que adquiriran tras su caída. Pero el azar lo evitaste tú, colocándolos a tu antojo, a tu dulce antojo.
¿Interpretaciones?: varias...todas..., pero todas anhelantes, todas bellas.
Besazo, preciosa.
Bello canto al niño y hermoso llamado al ruiseñor para que haga compañía y esté alrededor de esa cuna que espera.
ResponderEliminarQue siempre haya luz en esos ojos para que brillen como los soles.
Un beso
Cuando leo tus versos oigo a una pitonisa que nos descubre una visión de amor. Entre el niño que se convierte en hombre y el hombre que mantiene su niño con la sonrisa escondida.
ResponderEliminarBello, muy bello Querida Tecla.
Una cuna espera.
ResponderEliminarHa de llegar la vida con su sonrisa.
Nada la detiene, la luna lo conoce.
Y tú, querida Tecla, en tu sabiduría, cantas a los reveses de la existencia, con la esperanza del amanecer.
Besos, cielo.
Yo lo encuentro triste.
ResponderEliminarEl niño ya se fue...
Un rosal sin espinas.
Me ha dado mucha pena.
Besos.
Los dos primeros versos constituyen uno de los micro-relatos más hermosos que he leído nunca. Estás hecha una artista, amiga Tecla. Déjame que te aplauda, anda.
ResponderEliminarBonito y desolador, así me llegó al corazón tu poema.
ResponderEliminarMe encantó
Besos preciosa!
Tano, tú sí que tienes bellas palabras. Por esas palabras tuyas una dejaría el mundo.
ResponderEliminarGracias por estar aquí.
Besazo al cuadrado.
Qué bella eres Endless. Gracias por estar aquí.
ResponderEliminarPluma mía: Eres mágica. TQ
ResponderEliminarPluma mía: Eres mágica. TQ
ResponderEliminarQuién me va a conocer y comprender mejor que tu, mi querida Virgi. Mi dulce poeta.
ResponderEliminarNo llores Toro. Que me harás llorar a mi.
ResponderEliminarEl goce y la tristeza nos habitan.
A veces sale uno al escenario de la vida. A veces otro.
Y nunca lograremos evitarlo mientras seamos honestos y sinceros con nosotros mismos.
Larisa de mi vida. Sabes cuanto te admiro y te quiero.
ResponderEliminarCuando no te guste dímelo también.
Yo sé que tu lo harás. Y eso se agradece sobremanera. La sinceridad es tu virtud. No la pierdas nunca.
Y si una se la tiene que jugar se la juega. Las dos lo hacemos, caiga quien caiga.
Gracias por ser sincera María. El triunfo y la desolación también entran en el juego de la Vida.
ResponderEliminarPero yo no me sentía desolada al componerlo. Me consolaba enormemente.
Es como formar parte de un sueño.
Y ese baile de emociones entre lo real y lo irreal, la realidad y el suelo me consuelan.
Te quiero Talitá.
Tu estás entre las que sueñan.
ME PRODUCE UNA tristeza...Su belleza, sensibilidad,las carencias y querencias...Una historia de amor a través de un niño que a la vez nos arranca una sonrisa.
ResponderEliminarCuánta sabiduría, Tecla. Cuánto me gusta.
Dos besos
Gracias Milu. Tu sí que sabes entenderme.
ResponderEliminarQuerida tecla tan bien lo expresas en tus comentarios" lo real y lo irreal, la realidad y el suelo me consuelan."
ResponderEliminarEl fuego también es vida, el principio de muchas cosas,hasta el de la misma supervivencia.
Me queda el regazo lleno de melancolía.
Un abrazo poeta querida.
¡Muy bonito!
ResponderEliminarEres muy sincera y una gran poeta.
Un abrazo fuerte desde mi Librillo.
Que ardan las cunas, que sólo se limiten a arder. Te juro que tengo buenos motivos
ResponderEliminarpara comentar esto.
Abrz.
Me has enmudecido, América.
ResponderEliminarNunca hablamos de nuestro regazo cuando se queda triste.
Cantemos una soleá, por los regazos tristes.
Los de los cerros de Ubeda somos así, Rosario, sinceros, luminosos,
ResponderEliminarnostálgicos.
Cantarines.
Sarco, Sarco. Siempre me estremeces. Algún día descansarás en mi regazo y nunca más volverás a llorar.
ResponderEliminarGracias por estar en mi blog. Es un gran honor, poeta.
bendita tu lumbre, tecla, y tu precioso cantar de acantilados
ResponderEliminarsaludos blo
Gracias José Antonio por estar aquí. Bendito seas tu por tu forma espontánea y sincera de decir lo que piensas.
ResponderEliminarConcuerdo con Toro, tiene algo triste... pero es bello, sin dudas.
ResponderEliminarUn beso.
HD
El niño siempre nos espera. Siempre nos espera!!
ResponderEliminarUn abrazo querida Tecla
El niño está ahí, cariño,sólo hay que dejarlo de mecer para que despierte y nos haga felices.
ResponderEliminarUn besito, linda.
Pues a mí no me ha parecido triste,sino esperanzador,muy maternal..es lo que me has transmitido.
ResponderEliminarMillones de besos con todo mi cariño.
En cuanto a tu interés por mi estado de salud,te diré que es desolador,pero sigo adelante.
ResponderEliminarMás besos llenos de cariño.
¡Hola Tecla!
ResponderEliminarUnas letras significativas, por la añoranza en la llamada del adios, hecho canto.
saludos de J.M. Ojeda.
Buena terminacion de semana.
Un poema precioso, virgen el amor que presenta.
ResponderEliminarMe encantó, con tu permiso me quedaré a seguir leyendo.
Un abrazo
Hola de visita por tu blog. Como me gusta el poema que mejor pasión que el amor y sabiendo que la cuna espera precioso. Saludos
ResponderEliminarSiempre en la cuna, están todos los sueños dormidos.
ResponderEliminarSaludos!
Es…una canción de cuna para amantes, para los que se acurrucan en el nido, para los que sueñan y esperan; para los que no temen las fantasías; para los que se pierden en un verso; para los que encienden el fuego y besan ojos y miran soles.
ResponderEliminarEs una canción de cuna para los que esperan. Precioso mi Poetisa.
Mi beso y Abrazo para Vos.
En estos momentos creo que si nos encendemos más bien se armaría la marimorena, perdona por ser tan poco poético.
ResponderEliminarQue el fuego de la esperanza nunca se mengue querida...
ResponderEliminarque a veces tarda pero llega
y cuando está la tristeza sale huyendo espantada...
te requiero!