Se fue de madrugada en una de esas noches
en que mi sueño
no quiere aparecer.
Puede que ya a estas horas
sea un nuevo embrión en otro vientre de culebra o de duende,
de jazmín o de pájaro, de rama de azahar......
y volverá a nacer nuevamente
asustada .
Misterio de la Vida y de la Nuerte
Imagen: Óleo sobre tabla, de Monserrat Gudiol
Si crees en eso la pena es menos pena.
ResponderEliminarPero aún así duele.
Besos.
La pena doler siempre duele (creo) pero se puede llevar mejor o peor...Un beso
ResponderEliminarMagnífico poema.
ResponderEliminarSaludos cordiales,
Hasta pronto.
Duele la ausencia Toro. Y la pérdida. Pero la vida es perder aquello que encontramos para luego volver a perderlo. En una rueda sin fin.
ResponderEliminarSe lleva como se puede Winnie. Tu lo sabes bien.
ResponderEliminarMe encanta encontrarte aquí Pluma. Gracias, estoy muy contenta.
ResponderEliminarAl menos queda la esperanza que volverà a nacer, ojalà en una rama de Azahar. Es posible que nazca sin miedos; la vida y la muerte estàn tan lejanas ambas como tan cerca de cada uno. Las paradojas de la existencia.
ResponderEliminarHermoso y doloroso, aùn asì quiero imaginar lo mejor...el dolor siempre es una alerta.
Besos, Anouna
Rezumando tristeza.Mucha tristeza y mucho dolor.La vida y la muerte en un sólo escalón
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Volverl a nacer en la renovación, siempre nos queda la esperanza, bonito y sobre todo triste poema.
ResponderEliminarun besito
Si supieras cómo te entiendo,mi dulce Tecla.
ResponderEliminarCuídate un mundo.
Besos.
Nacemos y morimos asustados... y en ambos casos, seguimos ¿Hasta dónde?
ResponderEliminarbesos
Así nos vamos, como si nada tuviera importancia. Desde aquí probamos con exorcismos de palabras, aunque sabemos que no funcionarán, pero al menos ayudan al amanecer. Y eso es mejor que nada.
ResponderEliminarBesos, Tecla. Y adelante.
se nos va algo nuestro,
ResponderEliminarregresa en otras formas.
Es como el ciclo de la vida, amiga. Yo me siento un poco así, ya te conté alguna vez... como una serpiente que está por cambiar su piel.
Linda amiga, tus versos mejoran con el tiempo. Como los vinos argentinos!
besos de flores
ƒ
Cambiar dolor por esperanza hace el camino mas facil,preciosos versos,un beso.
ResponderEliminarVoto por el vientre de duende. Quizás podamos elegir. Y todos hemos querido ser duendes alguna vez.
ResponderEliminarTe abrazo. Mucho.
Con canciones antiguas y, sin embargo, tristes.
Un fuerte abrazo Tecla
ResponderEliminarMucho se de lo que escribes...vaya que si
de esos dolores ya trance con la vida misma
y cada quien a su modo y a su creencia
encuentra al fin la paz
Si siempre me duele el dolor!
Mas abrazos de poeta!!
Se van. Y trozos de nosotros con ellos.
ResponderEliminarDesgarros casi eternos.
Una caricia, querida Tecla.
Y un abrazo laaaaaaaaargo.
Y nos vamos quedando solos con las tormentas del alma, con viejos suspiros que llenan nuestras noches aciagas de despertares inciertos. Pero la vida sigue, Tecla, y con ella la esperanza que describes más allá de la muerte.
ResponderEliminarBesitos, guapa.
Amiga, no sé a quién has perdido, pero el dolor se filtra entre las letras y llega... llega a cualquiera que te lea.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, de alguien que te echa de menos.
Rezuma tristeza tu poema y duele leerte, lástima.
ResponderEliminarOjalá, un olor, un tacto, un cielo, un beso...te devuelva un poquito de lo que has perdido. Ojalá.
Te abrazo
Brillante seleccion
ResponderEliminarTECLA:
ResponderEliminar¡Ojalá se reencarne en la mejor de las madres y que tenga la mejor de las infancias!
Salu2 reencarna2.
Tecla: La muerte parpadea, y quizá ligera, sobrevuele espíritus terrenales...somos nosotros, los que nos creemos vivos, los que tememos, no los que se van a reposar letargos, ellos sonríen...Abrazos de duelos temporales, amiga mía
ResponderEliminarTristes pero bellos, tus versos contienen también esperanzas.
ResponderEliminarQue bello poema, una dulce despedida, me gustó tanto! las letras exorcizan la tristeza y pueblan de primaveras los recuerdos...todo vuelve, y es siempre mejor. Un abrazo!
ResponderEliminarUn final siempre anuncia un nuevo amanecer.
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