–Anaïs....Anaïs....Despierta...
–Me llamo Silencio y soy tu Ángel.
Vengo del monte de Orola para decirte la Buenaventura.
No se lo cuentes al campo, ni a las hojas, ni a la noche cerrada, porque has de saber que todo lo malo viene solo.
Yo te contaré lo bueno.
–Caminas envuelta en velo blanco de novia adornado con una corona de violetas que se derraman al mirarlas .
Vestida con tu piel.
Bañada por la luna, hasta llegar a un campo de naranjos y un lecho de nardos que preparó el poeta.
No se lo digas al campo.
No se lo digas.
Una lechuza de ojos redondos espía la noche y no quiero que rompa el hechizo.
-Estoy temblando
-No tiembles alma mía.
El niño que duerme dentro de tus ojos, se podría despertar.
–Sigue diciéndome la Buenaventura. ¿Adónde fue el poeta?
–Otro día Anaïs, otro día
te hablaré del poeta.
Ya se acercan sus pasos. Los oigo.
Los siento llegar.
Imagen: Xi Pan
Poema de la serie: Conversación con el Silencio
ResponderEliminarEstá delicioso, con su misterio.
ResponderEliminarpoema y micro.
Un abrazo.
Otro para ti, Sara.
EliminarGracias.
Hola tecla.. Anaïs que precioso nombre, seduce el silencio en la noche de luna llena, cuando llegara el poeta.. cuando se despertaran sus ojos..
ResponderEliminarUn abrazo..
El silencio de la noche en un campo de naranjos solo puede sugerir el paso de un poeta.
EliminarQué sería de nosotros sin los sueños, Llorens.
Pero el campo, que todo lo sabe, todo lo ve y todo lo oye, no desamparará ni al niño ni a nadie. Es más, lo cobijará y le hará una cuna de primavera.
ResponderEliminarSalu2 campestres, Tecla.
Eso mismo ( me refiero a lo que dice encima de mi DYHEGO:-) Anaïs, que es una niña, está dormida y ese silencio en forma de susurro le dice al oído que le espera una vida preciosa sobe nardos mullidos, como no podía ser de otra forma estando como estamos a las puertas de abril explotando la primavera ... supongo que por eso a lo mejor Anaïs está tan cansada y por eso duerme, será cosa de la astenia primaveral, para eso más que al poeta lo que mejor le va a sentar es un zumo de naranjas recién exprimidas, salir al sol y respirar muuucho aire puro de mar... ya es otro día ANÏS, cielo ... ánimo! han huido las lechuzas y todo el cielo está despejado ;)
ResponderEliminarMil besos bonita ...si quieres que te prepare tb tostadas con mermelada de frambuesa dímelo, MmuuuaksS!
En ese silencio y bañado de tus bienaventuranzas me empapo con tu poesía..
ResponderEliminarUn poema
Una poetisa coloreando versos, pintando poesía
Saludo fraternos amiga
Siempre es un disfrute inmenso leerte
Un abrazo
Precioso!!!
ResponderEliminarBesos!!!
Una delicia esta serie, tecla.
ResponderEliminarBuen poema y qué bueno que sólo te digan lo bueno, que bien lo dices: lo malo viene solo.
Abrazo
El silencio es muy misterioso y poético, me encantó.
ResponderEliminarSaludos
Un placer volver a leerte.
ResponderEliminarNo quiero despertar a ese niño.
Un beso.
Yo espero la llegada de ese poeta que dejas ver entre tus letras.
ResponderEliminarEl ángel ha dejado a Anaís llena de curiosidad, desde aquí se palpa el silencio de ese campo que nos invita a soñar.
Cuida mucho a esa paloma.
Cariños en el corazón.
Kasioles
"...Es bonito escuchar al silencio..."
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Un poema místico muy bello.
ResponderEliminarSaludos Querida Tecla.
nombre y cuadro son poema
ResponderEliminarla poeta brilla y su palabra vuela
felicitaciones Tecla
abrazos gorditos
El campo, la Madre Tierra nunca nos abandona, Dyhego. Mejor confiar.
ResponderEliminarQué gustazo leer tu comentario, María.
ResponderEliminarSiempre me pones contenta.
Anaïs duerme el sueño de las enamoradas.
Siete besos en flor.
Yo también me empapo cada día con tu poesía, Adolfo.
ResponderEliminarQué sería de nosotros sin ella.
Saludos también fraternos para ti.
Gracias, Alfred, espero impaciente tu próxima entrada.
ResponderEliminarEl Silencio es la voz más poderosa que existe, Guillermo.
ResponderEliminarIgual si le despiertas se pone contento, Amapola.
ResponderEliminarY sobre todo siendo tan suave y sutil como eres.
Llegará ese Ángel Kasioles.
ResponderEliminarImposible resistirse a tus aromas. Bendita tu.
Sí, Rafael, hermoso el embrujo de la noche, cuando vuelan los sueños y duermen las mariposas.
ResponderEliminarBella tu, mi Pluma querida.
ResponderEliminarGracias.
Ya estaba yo encontrando a faltar tus besos gorditos, Elisa.
ResponderEliminarEspero los siguientes.
La primavera ha venido: todos saben cómo ha sido. Tras la plétora del agua y del humo azul en las torres de los castillos y en los conos de las pallozas boreales, ahora nos deslumbra un sol aún ladeado pero que hace valer sus fueros en nuestra piel descuidada: guárdate, Marcia, del sol de abril.
ResponderEliminarEl despendole pituitario trae el burbujeo de la sangre como secuela deliciosa. Son tiempos para la esperanza. Olvidémonos de que en esos cielos impolutos pueda brotar el hongo nuclear. Los hay que ya les tienta la idea...
Salute.
Yo he visto a Marcia, Fred, los pelos enzarzados de la blanca grama de un olivo milenario, los pies descalzos manchados de barro. Se ha limpiado las manos en los troncos y le sangran.
ResponderEliminar-¿Qué te pasa, Marcia?
-No lo sé, me han herido.
-No corras, Marcia, que mira que es Abril y ya casi están aquí las amapolas.
Pero a Marcia se la ha llevado el viento.
-Marcia, vuelve.
El poeta nunca de fue, y no tiene que llegar. Tu eres la poesía.
ResponderEliminarExpresiones
Piedra
Ante las adversidades de la vida, Piedra, me abrazo a la poesía como tabla de salvación.
ResponderEliminarGracias por estar aquí.
Creo que a todos el Arte nos libera. A ti también.
Pobre Anaïs, tendrá que esperar...
Bonito poema y estupenda ilustración.
Un abrazo
· LMA · & · CR ·
El poeta está escondiéndose de la primavera, estoy segura, a los poetas les gusta el invierno aunque sueñen con flores. Me quedo por aquí cerca, sentada bajo un árbol cualquiera, mirando como vuelan los pájaros, esperando a que Silencio le cuente a Anaïs otro secreto. No se lo diré a nadie aunque lo escuche. Aunque me guste.
ResponderEliminarHermoso siempre esto tuyo, tecla.
Besos.
Una noche de luna llena con olor a jazmín dejándonos llevar por ensoñaciones y conjuros de buenas nuevas.
ResponderEliminarAlejemos los días grises, con un verso en el bolsillo caminemos al encuentro del poeta.
Me encanta, tecla y también las lechuzas y los niños que duermen entre los párpados.
Bello y romántico.
Muchos besos, poeta.
Hermosa poesía.
ResponderEliminarLa vida nos ofrece siempre revanchas a cada hora del día.
a cada momento y descubrir en ella esa alegría que nos entrega la Tierra
y conectarnos con ello para seguir creciendo y encontrando motivos para sonreír y crear.
gracias por acompañar en los pensamientos que nos entrega la vida...
abrazos!
No: el niño no despertó.
ResponderEliminarSeguía viviendo feliz, con la belleza a cuestas...
besos
Gracias, ñOCO.
ResponderEliminarPosiblemente aparezca, Eme. Y se siente aquí a dialogar contigo mientras que pasa el tiempo de la espera.
ResponderEliminarHermosa imagen y texto,sin duda mi querida Tecla,lo bueno,lo malo se sabe pronto y llega solo,necesitamos los sueños,el físico y el del alma y si nos encontramos con una poeta que los alimenta nos damos por satisfechos.
ResponderEliminarUn abrazo enorme entrañable mujer.
Siempre he pensado que qué sería de nosotros sin los sueños, Tesa.
ResponderEliminarEllos son los que sostienen nuestra ilusión por vivir.
Un abrazo.
Es hermoso lo que dices, Magdeli, la vida nos ofrece una revancha cada día. Un nuevo amanecer y una nueva esperanza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Dentro de nosotros siempre palpitará la niña que somos, Pilarica.
ResponderEliminarNuestra infancia nos acompaña siempre.
América de mi corazón, qué alegría tan grande que me has dado.
ResponderEliminarYa no contaba contigo y ahora aquí estás, vivita y coleando.
Es como un sueño.
Dentro de un momento paso a visitarte y entregarte otro beso de bienvenida.
¿Qué se siente llegar a la casa de la Poeta después de tanto tiempo? Bienestar. Dejé afuera las botas embarradas, el escudo y la lanza y aquí estoy Tecla, recostada y tomando versos, como una Anaïs escuchando la Buenaventura.
ResponderEliminarTe vi en nuestro Espacio Flamenco, te leí, y sentí tan cerquita como si el tiempo no hubiera pasado. Estoy regresando guapa, muy de a poquitito como le prometí hoy a nuestra maravillosa América, y cuando consiga poner una letra después de otra, escribiré algo en las Mujeres con Historia que seguro compartiremos. Te abrazo guapa, siempre en mi corazón.
Me has dado una infinita alegría, Susana.
ResponderEliminarPensaba que andabas por ahí, vendiendo tus maravillosos libros que tal vez quitaban de tus manos.
Es la imagen que tenía.
Te dejo mi abrazo con todo el cariño del mundo.
La Poesía siempre vuelve, por fortuna.
ResponderEliminarComo tú, queridaTtecla, que revoloteas entre las palabras para darnos luz.
Besos besos y besos