–Anaïs....Anaïs....Despierta...
–Me llamo Silencio y soy tu Ángel.
Vengo del monte de Orola para decirte la Buenaventura.
No se lo cuentes al campo, ni a las hojas, ni a la noche cerrada, porque has de saber que todo lo malo viene solo.
Yo te contaré lo bueno.
–Caminas envuelta en velo blanco de novia adornado con una corona de violetas que se derraman al mirarlas .
Vestida con tu piel.
Bañada por la luna, hasta llegar a un campo de naranjos y un lecho de nardos que preparó el poeta.
No se lo digas al campo.
No se lo digas.
Una lechuza de ojos redondos espía la noche y no quiero que rompa el hechizo.
-Estoy temblando
-No tiembles alma mía.
El niño que duerme dentro de tus ojos, se podría despertar.
–Sigue diciéndome la Buenaventura. ¿Adónde fue el poeta?
–Otro día Anaïs, otro día
te hablaré del poeta.
Ya se acercan sus pasos. Los oigo.
Los siento llegar.
Imagen: Xi Pan