Cantos de sal y lumbre encadenados en
la inquietante noche de la endrina
Camino incierto en sombra oscura del
alma
mis pasos te buscan sin sentirte
y no hay luz en las velas
ni humedades ocultas mojando la pared encalada
de mi estancia.
Noche negra como la endrina donde rueda
el silencio y el ronquido siniestro de la luminaria.
Mujeres de la vida buscando su sustento
en la palabra incierta y escondida.
Ojos de sal,
lágrimas que mueren sin haber llorado.
Lumbre quemada de fuegos no encendidos
en esta noche negra que devora mi sien.
Noche negra, en la que los mendigos
bullen como sombras,
maleantes,
mujeres de la vida buscando
la luz del unicornio.
Pero no hay unicornio, ni sombras, ni
palabras.
Tan solo un violín en brazos de su dueña
que despierta a los pájaros
en esta madrugada.
en esta madrugada.
Imagen de Cui Xiaodong: Pintor chino
.....una velita???
ResponderEliminarBuenos días!
=)))))
Una sonrisita, Liliana. Buenos días, preciosa. Un abrazo.
ResponderEliminarEse violín suena a esperanza.
ResponderEliminarPrecioso poema.
Besos.
Noches negras, sombras hambrientas con lágrimas de dolor, corazones partidos, ecos de gritos sin esperanzas, desgarros de dolor.
ResponderEliminarMe encantó tu poema, es un grito de desesperación.
Un besazo bien grande.
Que largas y oscuras esas noches de pacharán pegajoso,
ResponderEliminarciruelas silvestres que atiborran los cerebros desvelados y
qué bonito si de verdad al final de ellas sonara una música
dulce de violín de pájaros... como tus letras cuchurrina! ;)
Sieeempre Consigues cuadrar el círculo mi querida atizta!
dramatismo y extrema dulzura junto a caricias
que suavemente besan a oscuros zarpazos...!
Muy bonito, TECLA
Ojalá tb. te hayan despertado hoy a ti, violines de pájaros!
Un beso inmenso lleno de plumas por si necesitas tb. algo mullido;))
fondo y forma me ha gustado tu poema Tecla
ResponderEliminares un poema redondo
sentido y sentimiento expresado con ritmo y fuerza
felicidades
abrazos gorditos
a mi me gusta la noche
con o sin luna
negra como el carbón
oscura como el infinito
allí es cuando solo las lumbreras verdaderas destellan ciertas
Noche y cantos en perfecta sintonía.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay como un manto de dulce tristeza envolviendo este poema de negro corte.Una negra pena del color de la endrina y unas notas de violín `para acompañar a la tristeza que,inevitablemente,nos asalta alguna vez en cualquier madrugada insomne.
ResponderEliminarMe encantó,Socorro.
Abrazos.
Esa música tiene propiedades curativas, seguro.
ResponderEliminarSus sonidos traerán la luz de la esperanza.
Salu2 violinistas, Tecla.
A los violines les gusta ser melancólicos porque gustan de acompañar versos de recia tristeza.
ResponderEliminarUn beso
"lágrimas que mueren sin haber llorado." Creo no puede haber más dolor que el que expresan esas lágrimas que no han llorado.
ResponderEliminarPrecioso.
Un beso.
Versos llenos de dolor que se suavizan con las notas de ese violín que se hace sentir en esa noche tan negra como la endrina.
ResponderEliminarQuerida amiga ¡tú vales mucho!
Cariños en el corazón.
Kasioles
Ese violín y su dueña, serán los creadores de esa noche...
ResponderEliminarMuchos besanises.
Tanta tristeza que puede gritar la música , no??
ResponderEliminarmelodía que de alguna manera quizás, vaya deshaciendo ese pesar una vez lanzado al viento
que se lo lleva al confín ...
de alguna manera nos sana del dolor
si acaso dejamos que después del desahogo profundo
se avecine de a poco la paz...
que así sea...
y el violín después entone sones de aves de amor y sol!
te dejo un abrazo hermanado!!
Se oye su música y el paso presuroso de las sombras huyendo por el filo de la esperanza.
ResponderEliminarBss
gracias por tus palabras
ResponderEliminarabrazos gorditos
ten una semana preciosa :D
Tecla, que bonita imagen la de "la noche de la endrina"
ResponderEliminarUn gran abrazo, amiga
¿Cómo no levitar con la música de un violín?
ResponderEliminarBonito poema, esa música del violín nos indica que todo lo malo pasa, incluso tras esas noches tan oscuras y tristes... siempre sale el sol.
ResponderEliminarMe gusta tu blog, te acabo de añadir a mi lista, si quieres puedes añadirme a la tuya. Este es:
http://deacuerdoqueno.blogspot.com.es/
Un saludo!!
Maravilloso poema con violìn.
ResponderEliminarun saludo
fus
Creo que los violines son amigos de los melancólicos, a mi me hacen llorar aunque sea de día.
ResponderEliminarAy, tecla que pasión le pones y qué desgarro a esa noche negra como la endrina. "Endrina" qué sonido tan especial tiene, suena como un conjuro contra el desamor.
Me gusta mucho el ritmo del poema con ese sugerente cierre final.
Estoy bien, tecla, aunque añorando un poco más de tiempo libre.
Que pases un fin de semana de cine.
Un beso,
Ah, hermosa también la ilustración.
Esto escribía yo, Soc, el mes pasado respecto a la impresión que me produce ver-sentir a la violinista Anne Sophie Mutter en concierto:
ResponderEliminar"Amanda, la distracción de Fred-Werther, el pensamiento absorto, el ánimo suspenso..., no le sobrevienen porque su amante le haya escamoteado el espliego en la última esquelita de papel de hilo azul celeste, ni porque haga meses que no le envía un rizo pelirrojo en la cajita de rapé acostumbrada, ni porque la paga del padre aún no haya entrado este mes en la estafeta de correos. No, Fred-Werther mira los hombros de Anne Sophie y no oye la música; observa el dulce sismo de los músculos dorsales de la bella, la tenue arruga del entrecejo, el trigo oscilante de sus cabellos, el cimbreo leve del talle y..., y para Federico-Werther no existe más que el cuerpo de Anne Sophie. Pedir que, además, preste atención a la música sería no conocer a Werther: pedir demasiado, llanamente"
Y nada más por hoy, Tecla de mi cémbalo cordial.
Beso-thé.
Me ha encantado, besos.
ResponderEliminar¡¡Bellísimo!! Tus fantásticas metáforas se prenden al alma y se aunan en mi noche del sur. Es un gusto pasearme por tus versos, querida Tecla.
ResponderEliminarUn besote gigante.
buen fin de semana Tecla, abrazos energéticos
ResponderEliminarmil gracias por tu huella
Esa música de violín, en la noche negra, seguro que hiere con sus notas. No puedo imaginar la melodía más que profundamente dolorosa y melancólica. Impresionante poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
La música nos transporta, dicen que si no existiera, el alma la inventaría.
ResponderEliminarBesotes, querida Tecla.
Haga esto siempre creo que toda su confianza en sí mismo, y tirar todas sus dudas solo se limite a salir adelante.
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