Murió Candela
La del vestido blanco de volantes y encajes
con sus claveles
rojos y su perfume atormentado.
Hija de la campiña.
Fuego devorador.
Murió
Murió de tanta vida
y tanto amar
de tanto de todo,
tanto,
murió Candela,
y sus amantes
la lloraban a
escondidas por las calles antiguas con sus esquinas rotas.
Copas de manzanilla
dormitaban ociosas sobre
el mostrador,
abrasando gargantas,
intentando olvidar
lo inolvidable.
Yo te lloré Candela
por esos arrabales
Candelaria
Por tus noches de
fuego y luego de tortura
Que no hay nada en la vida que
la vida perdone, nada, Candela,
NADA.
Te fuiste
para volver con los
pies por delante.
Hoy te lloro,
Candela mía
Hoy te lloro.
Lloro tus pies
mojados.
Tu locura.
Qué otra cosa mejor puede hacerse en la vida
sino estar locos.
Uno mis lágrimas al mar que llora a Candela y mi locura a las copas que no consiguen olvidarla.
ResponderEliminarBss
Te escapas y cuando vuelves lo haces con una bomba de palabras que sólo tú sabes decir.
ResponderEliminarExcelente!
Un beso.
Eres bueno, De barro. Los momentos felices no los borran las copas, los castiga la mala entraña que se alegra por el goce arrancado a la vida contra los miserables que pretenden impedirlo.
ResponderEliminarNo me escapo, Pluma. Es la vida que me va arrastrando y no lo puedo remediar.
ResponderEliminarA mi me gustaría quedarme.
Peroooooooo
Duele esta Candela amiga
ResponderEliminarquizás a veces porque la vida se reciente en todo lo que nos va dejando...
o vamos quizás logrando
a medias , a tropezones ...sufriendo ...resistiendo, si la vida es eso
un permanente resistir y hasta el último aliento...
bsss a tu alma de luna!
Duele mucho Candela, Meulen. Mucho.
ResponderEliminarEste precioso romance de muerte, querida amiga Tecla, eleva más allá de las estrellas a quien ya se encuentra en ellas: una amiga, una mujer, una reina, una excelente soboreadora de los placeres de su existencia. El dolor ha quebrado una miles de corazones, millones de entusiasmos. Sí, es posible que se encuentre a otra Candelaria pero ya nunca será la Candela que hizo recorrer los arrabales solitarios recordándola y llorándola. No es posible olvidarla si no es por medio del fuego sagrado que, nacido de la vid, ella bebía con delectación, con un leve chasquido que invitaba a sentir la pureza de lo delicioso. Mi más puro sentimiento, Tecla.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo, querida amiga.
Tiene mucha música este hermoso poema, Tecla, tanta como melancolía, y vida que pasa, que duele... y lluvia que se mezcla con la lágrimas de los que lloran la ausencia de Candela.
ResponderEliminarYa digo en un pie de foto, que "todos somos el loco de alguien" y añado aquí: ¿quien se atreve a poner la frontera que separa a los locos de los cuerdos?
Muy bello, Tecla.
Que me dejo los besos, pues eso feliz septiembre y muchos besos, tecla
ResponderEliminarRealmente precioso, como siempre.
ResponderEliminarSaludos.
¡Viva Candela y su arte!
ResponderEliminarSiempre queda el recuerdo de las personas que admiramos.
Salu2, Tecla.
Tan solo le falta ponerle música….Precioso!
ResponderEliminarUn cálido abrazo
Tu eres mi loca, Tesa. Y que te dure.
ResponderEliminarBesos en cascada para ti.
Me gusta tu levedad, Antonio.
ResponderEliminarCandela sigue viva, Dyhego. Imposible olvidarla.
ResponderEliminarPues pongámosle música, Sneider.
ResponderEliminarEstoy muy contenta de tenerte agregada por fin en mi lista de blogs.
Un gran poema de canto a la vida, con todo el dolor por Candela.
ResponderEliminarNo hay contradicción, es la maestría del poeta.
Expresiones
Piedra
Tu sí que le cantas bien a la Vida, Miguel.
ResponderEliminarTienes un arte, shiquiya, que ya quisiéramos!
ResponderEliminarVeo este poema caminando por los pueblitos de Andalucía, entrando y saliendo de todos esos pueblos blancos y perdiéndose entre los olivos.
Eres mucho, cielo.
Muy bello, enhorabuena, Tecla, feliz semana.
ResponderEliminarLa locura es una gran medicina.
ResponderEliminarBesos.
vengo a dejarte racimos de ruda...pa alejar la mala vibras y las negativas ondas de los ojos que no faltan a veces dirigirnos sus dardos...
ResponderEliminarasí que flores de renuevos a ti...que mi jardín esta florido , en sus comienzos y regalo sus preses...si ves mi casa ahí están...
bsss
Cada día muere una Candela...
ResponderEliminarPero ese fuego que llevaban dentro, es eterno renacer de las cenizas.
Brindo por ella, y alzo mi copa por todas las Candelas que aún nos queden por llorar y celebrar.
Besos, mi Niña.
Duele el dolor que duele al llorar a alguien que se fue y que no debió irse.. que no le tocaba irse. Me suena a pasión matada.. vida malgastada o gastada de más.
ResponderEliminarSiento que Candela haya muerto..siento que no debió morir, que tenía aun mucha vida por vivir..que sabía vivirla.. pero más que tu la llores porque eso significa que también tú estás dolorida. Eso aun lo siento más.
Un beso inmeeenso mi TECLA.
Tecla, me gusta tu recomendación de "que cosa se puede hacer en la vida mejor que estar locos"todo un canto a la vida y al saber vivir...
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
Ay esa Candela, ¡qué mujer!
ResponderEliminarLástima no haberla conocido.
Mujeres así hacen historia porque siempre son ellas las que justifican la locura.
Se merece una buena copla tu Cadela, para que quede por los siglos en la memoria del pueblo que seguramente la criticó a mansalva. pero ¡qué saben ellos!
Preciosa entrada Socorro.
Abrazos muy flamencos.
Virgi, te voy a contar un comentario de uno de un pueblo de Jaén que decía:
ResponderEliminar"Yo solo voy a las olivas con la parienta para hacer las cosas que no se le pueden contar a nadie"
Simple curiosidad. Y es que los olivos tienen una magia y un embrujo especial propicio para vivir lo que no se suele contar.
Y si además hay luna llena, ni te cuento.
Te lo cuento por Candela.
Azzul, es mejor ser locos que estar cuerdos.
ResponderEliminarEs un hermoso regalo, Meulen.
ResponderEliminarMe lo voy a abrazar contra mi corazón.
GRACIAS.
Pues que viva Candela, Eva. Y todas las Candelas que queden por venir. Y que mueran los prejuicios, los inquisidores y las mentes malignas que amargan nuestro paso por la vida.
ResponderEliminarToda la razón del mundo María.
ResponderEliminarY de qué manera todo lo has adivinado.
Eres una genia.
Maria Candel, hasta lo de ser locos se nos está poniendo difícil. Pero no vamos a ceder ni un ápice.
ResponderEliminarIgual que sí que quedará en la memoria del pueblo.
ResponderEliminarPero ella volvió pero ya con los pies por delante.
Qué dolor.
Ya nunca volverá a ser.
Aunque no sé. Tal vez si volviera lo haría cuerda y ya no valdría la pena.
Soy toda llanto, lagrima resbalando
ResponderEliminarhasta el abismo.
Hoy Teclamía lloro contigo a Candela
y le canto.
Abrazos desde el sur, miles
Querida poetisa,nacen y mueren unas cuantas Candelas,se beben la vida y nos dejan desolados,nos arrollan sus sentir ,su vida,y nos dejan marcados para siempre...
ResponderEliminarSe te quiere guapa mía....
ResponderEliminarQue no nos falte un punto de locura, es necesario para tantas cosas, por ejemplo para vivir, escribir, y también para morir.
Preciosos tus versos, Tecla, suenan como una bella canción de despedida, o una elegía.
Abrazos, buen día y noche, salud
m.