Déjelo ya, princesa
Déjelo,
y póngale un cero a su abogado
por haber insultado a nuestra inteligencia
y al amor que sentimos las esposas
por aquel que un día puso su vida en nuestras manos.
Déjelo ya.
El amor no se utiliza para lavar aquello que tan
indignamente mancillamos.
Y lo que sucio está, sucio se queda,
maloliente, manchado, destrozado,
a menos que se enfrente a la piedra,
al agua
o al jabón de las manos expertas en estos menesteres. Honra. Profesión.
andan oliendo a mugre
a cieno y a hojarasca.
A podredumbre quieta.
A desapego, a ingratitud, a soberbia. Asco.
Vómito.
La altura y la bajura las da el comportamiento,
los hechos, las acciones
los actos
y no se es más grande por haberse subido a una escalera
para luego romperte en la caída
como si fueras un títere de barro.
O
Nada.
Nada.
Nada.
Nada, princesa.
Ya no hay grandes de España.
Tan solo enanos en busca del alimento de los pobres.
El amor nos hace mejores, sin duda.
ResponderEliminar¡A ver si esa princesa lo logra, ser mejor, digo! Jajaja.
Muy bueno, Tecla.
Salu2.
hola:es un placer leerte .muy bueno
ResponderEliminarbesotes♥
SILVIA CLOUD
Amén Tecla. No tengo nada más que añadir, sino darte un aplauso.
ResponderEliminarImpotencia es lo que sentimos y mucha tristeza.
Besicos muchos.
Lo siento. Es horrible.
ResponderEliminarBesos.
Ojalá que sus circunstancias cambien, lo deseo de todo corazón, es muy injusto.
ResponderEliminarAbrazo para tu pueblo desde el mío, Tecla!
Una lavadora o, como se dice por aquí: un ciento.
ResponderEliminarEn fin...
Abrazos
Hay lavadoras que no pueden con tanta suciedad.
ResponderEliminarEste poema está bien cargadito de verdades :)
Abrazo
Un post terrible, perspicaz y genial; que duele. Duele por su realismo trágico. El que ahora mismo nos arrastra hacia el abismo...
ResponderEliminarUn abrazo.
Te sigo...
José.
Una lavadora, y con mucho mucho centrifugado.
ResponderEliminarGrandes de España, bonito autotítulo para legiones de sinvergüenzas que han pisado estas tristes tierras a lo largo de la historia.
ResponderEliminarSí, nos siguen tomando por idiotas, como en la Edad Media.
Un final del poema para enmarcar, Socorro. La verdad hecha versos.
Un abrazo.
Esta es la cuestión, Tecla, la falta de personas que sean honrados y capaces de trabajar sin tener puestos los ojos en decadentes cerrojazos que solo producen miseria. Parece ser que existen proyectos para trazar caminos hacia los ríos y peñascales para lavar y frotar la ropa. Las fábricas se cierran en provecho de la salud: al caminar se eliminan grasas. El castillo de naipes que han estado tratando de vender, Tecla, cada día se va deshaciendo un poco más. El as de bastos se tambalea y sus acólitos con él. Nosotros, que no somos figuras destacadas, solo podemos trabajar, si nos dejan, a pesar de no pertenecer al palo de la muestra. ¡Sinvergüenzas!
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo, amiga Tecla.
Poco nos queda si, y menos aún nos va a quedar...Tristísimo!!!
ResponderEliminarBesos
Y Fagor, en quiebra definitiva. No me extraña que estos enanos farsantes canallas hayan intervenido para que no se puedan lavar sus trapos sucios.
ResponderEliminar¡Qué vergüenza de gente, Tecla, cada día sale algo más horrendo!
Estaría bien abrazarte un rato pa' compensar tanta basura.
Tan real como la vida misma.
ResponderEliminarUn beso para ti.
No hacen falta lavadoras sino.... trituradoras de basuras. Hay cosas que no se pueden reciclar...
ResponderEliminarMUy bueno, Tecla! :)
Bss
Dyhego, difícil lo veo que se vuelva buena. Creo que tiene asumido que ella está por encima del bien y del mal.
ResponderEliminarAunque a veces los milagros ocurren.
Pero lo veo difícil.
Gracias, Silvia. Para mí también es un placer que me visites.
ResponderEliminarY que lo digas, Nani. Impotencia y tristeza. También asco.
ResponderEliminarAsi es amiga
ResponderEliminarhay cosas muy feas que no deben dejar de salir a la verdad, porque no se puede dejar en olvido aquello que ha sido destructivo para la vida y mas que nada un país...
un abrazo grande para ti.
Gracias, Pluma. Sí que es horrible, y un pueblo que mantiene a toda una monarquía tanto si la acepta como si no, no se merece que le traicionen.
ResponderEliminarGracias Sara, tenemos el derecho y el deber de defendernos contra la corrupción.
ResponderEliminarOtra cosa es si nuestras denuncias les hacen mella.
Pero tu estás aquí, y para mi, eso cuenta.
Tu sí que eres una reina de la poesía, Trini.
ResponderEliminarGracias.
Ay Verónica. Que nos faltan lavadoras, que no podemos con tanta suciedad.
ResponderEliminarMuchísimo centrifugado Xuan.
ResponderEliminarJosef, gracias por estar aquí. Tu relato de Alemania me ha encantado.
ResponderEliminarNecesitan un tiempo para darse cuenta de con quién están hablando. Pero aparte de Internet no damos con la fórmula para deshacernos de tanto chorizo y tanta mancha.
ResponderEliminarAntonio, lo has explicado bien con una sola palabra.Todos sabemos muy bien cual es, la llevamos clavada dentro.
ResponderEliminarTu lo has dicho, Teresa.
ResponderEliminarPero eso no quita que todos podamos gozar de tu mirada.
Virgi, igual un día de estos nos da la idea y decidimos encontrarnos.
ResponderEliminarQuién sabe.
Y podré disfrutar de tus paisajes.
O tu de los míos.
Grandes trituradoras, De barro, trituradores grandes y terribles para que nunca más a lo largo de la historia que tenga que ocurrir, no se vuelva a conocer un estercolero tan ingente como el que estamos padeciendo.
ResponderEliminarY que todos los culpables desaparezcan enterrados en él.
Mi admirada Meulen, no se puede permitir.
ResponderEliminarLa corrupción y su compañero el paro y la miseria no puede permitirlo ningún ciudadano de bien que se precie como tal.
Sabes que te quiero TECLA, por eso aun cuando esto que has escrito es genial, me pregunto ¿qué tiene esta princesa tan imperdonable, a parte del hecho de ser princesa?
ResponderEliminarSu desgracia nunca será mi felicidad, ni la de ella, ni la de nadie por muy merecida que sea. Preferiría que ella y todos los que han robado, si es así, devolvieran esos dineros para beneficio de todos. Mugre que lavar tenemos todo el mundo mi querida Tecla, con y sin corona cielo.
Sé que me entenderás, tú sí.
Un beso súper limpio y de corazón:))
Seguro que si se quiere se desmancha, Tecla, al menos es el deseo de muchos.
ResponderEliminarLamento saber de la suciedad mal oliente de una sociedad, pues de hecho creo que la suciedad se está generalizando.
Saludos y un placer volver por tu casa.
Recuerdo con cariño aquella época en la que, para comprar una lavadora, vosotras, las mujeres, necesitabais de nuestra autorización. Ay, qué tiempos tan hermosos. No como ahora. Desde que os empeñasteis en el derecho a voto, todo ha ido cuesta abajo. Y ahora, esa barbaridad del aborto. Mira, sois todas inferiores.
ResponderEliminarTe comprendo y te respeto, María.
ResponderEliminarTiene de imperdonable que sus honores se los estábamos pagando entre todos nosotros. Con nuestro sudor y nuestro esfuerzo las carreras que hicimos, el pan de nuestros hijos, todo. Cuando alguien me roba me está faltando el respeto. Todos cuantos metieron su manaza en la caja de lo que a todos pertenece nos han faltado el respeto, respeto a nuestro trabajo y a nuestro esfuerzo. No perdono a ningún corrupto que haya metido la mano en la caja de los dineros. Lo de princesa me importa un comino. Durante siglos les admiramos cuando ahora sabemos que eran unos tiranos y se consideraban dueños de nuestras vidas y haciendas. Con derecho de pernada. Joder María, que tu eres lista. La monarquía es un anacronismo.
No perdono los recortes en sanidad porque los estoy padeciendo en mis carnes y en mi vida, ni los recortes en la educación de niños y adultos porque tienen en sus manos el futuro. ¿Qué futuro? Se me quejaba una madre "mi hijo no puede estudiar porque como estamos en el paro no le podemos pagar los estudios, y como han quitado las becas, pues nada". Y lo peor de todo es que se quieran cargar a los jueces que nos defienden. ¿En quién podemos confiar?
Se supone que la monarquía está ahí para protegernos. Que los políticos están para protegernos.
Es por eso que se me subió la sangre a la cabeza cuando el abogado de la infanta salió con la excusa de que lo hizo por amor. Pero qué cerdo.
El amor no es eso. Nunca creí que nadie le creyera. Y mira tu por donde vas y lo crees tu.
Yo te comprendo, María. A mi me pasaba lo mismo pero con Urdangarín.
Los dos son igual de culpables.
Y no María, no somos todos iguales. Algunos milagrosamente somos honrados.
Por supuesto que si quiere se desmancha y esa es mi esperanza. Que de un paso adelante y diga toda la verdad, que no pida prebendas ni honores, ni miramientos. Que nos defienda y se ponga de nuestro lado.
ResponderEliminarSolo entonces será cuando se desmanche. Y si quiere, puede.
Tal vez no tendría que haber escrito este poema, pero me salió de lo más hondo. Estoy sumamente dolida.
E indignada.
Larisa de mi corazón. Qué bien estás aquí.
ResponderEliminar¿Por donde andas?
Qué ganas tengo de ir a tomarme algo contigo.
Dime cuando y allí estaré.
Aunque llego tarde, me alegro de llegar, ¡¡fantastico!!!, ¡impresionante!! ¿como se puede escribir tan bonito una cosa tan fea.
ResponderEliminarTecla cielo, yo ni les creo ni les dejo de creer. Comprendo todo lo que dices ( también a mi la monarquía me parece un anacronismo) también a mi me indigna no sabes cuanto los abusos, de todo tipo y vengan de quien vengan, pero cielo, me temo que te equivocas en una cosa... ni los políticos, ni mucho menos los reyes están ahí para defendernos, NADA DE ESO, son parte de un sistema, defienden el sistema y solo a él, las peronas les importamos tres narices. Quien espere que eso cambie dentro de las normas del juego que nos hemos dado, que espere sentado... una desgracia, cierto, pero es la triste verdad. Por otro lado, ten en cuenta que yo veo esto desde otra perspectiva... recuerda que para mi desgracia o suerte también soy abogado, aunque te sea imposible de entender ( lo comprendo perfectamente) salvando la cursilada esa del abogado de que firmó por amor ( casi vomito cuando lo escuché) lo que es cierto es que su firma jurídicamente es de las que se denomina por confianza, la misma con la que firmaron todos los estafados de las preferentes bancarias y a los que los tribunales les están dando la razón frente al abuso que de su confianza hicieron los bancos.
ResponderEliminarPorque me dedico a esto, te anticipo algo, moralmente será todo lo condenable que quieras la participación de la princesa en este asunto, aunque fuera una fregona te diría lo que te voy a decir ahora, jurídicamente es inocente, tal cual lo eran los que firmaron las preferentes... todos iguales ante la ley, pues eso, TODOS, lo que vale para unos debe valer para quien sea, debe ser así, para bien y para mal.. y dicho todo esto...
Te aseguro algo TECLA, ojalá existiera una forma de libarnos de esta gentuza, ojalá! princesas,reyes, políticos corruptos y tooda esta calaña que envenena todo.. pero ¿sabes qué cielo? ellos solo son un reflejo de lo que somos todos, de esta sociedad asquerosa que se ha olvidado del ser humano para inflarse de lo que sea y pille, según las oportunidades de cada uno, solo son la punta del iceberg.
Deja un millón de euros sobre una mesa frente a un millón de honrados ciudadanos ¿cuantos crees que no se lo guardaría? ¿me comprendes? :))
Tú TECLA, no lo dudo, serás honrada, honradísima, yo también lo intento, pero nadie lo somos al 100%, yo no, por eso no tiro una sola piedra a nadie, antes que a nadie debería apedrearme a mi misma.. por eso me conformo con que si alguien roba, devuelvan lo robado.. eso ayudará a que el hijo de esa madre estudie... a que mucha gente estudie.. eso al final es lo que a mi de verdad me importa de este tinglado patético que nos toca vivir.
Un beso muuy grande, discúlpame si te he molestado. No era mi intención, jamás lo es, perdóname ¿vale?
Ojalá me haya explicado un poco mejor.
Por si no lo he hecho, sí, estoy contigo ¿cómo no?
Feliz finde.
De lavadoras nada...
ResponderEliminarLavanderos y lavanderas, que la cojan por su cuenta y le den como antaño se le daba a la ropa sucia para lavarla.
El amor, en estos casos debería de ser hacia el pueblo, que a fin de cuentas es quien la mantiene.
Besos, mi Niña.
Lo malo, Tecla, es que las princesas de estos cuentos cutres no saben poner la lavadora, sólo el cazo y mirar para otro lado, diciendo:
ResponderEliminar... "porque yo lo valgo...Tengo, tengo tengo, tú no tienes nada...Tengo un marido guapín, ladrón de guante blanco y unos jueces y políticos que nos libran de todo mal, amen.
Unos versos muy inspirados, Tecla.
Muchos besos,