En los arrabales de Guakamalú,
vino y cebolla, espinas y dolores
de zamargo y de luna.
-Siembra la semilla, padre, antes de
que aparezcan las huellas del potro.
-La siembra comienza en Octubre y en
Octubre se queda.
Sola, sin nacer
y sin vivir.
En los arrabales de Guakamalú.
Te vendré a visitar niña de trigo
cuando comience el tiempo de cerezas.
- No estaré para entonces, papa, ya no
estaré.
-Estaré yo,
pendiente de ti, alerta, bajo las
ramas del granado
-Padre, se me han equivocado los
encuentros, y a nadie veo,
mira,
que me llora la frente
mis horas son segundos y se me escapa
el tiempo.
-Yo tengo guardado tu tiempo.
Todo tu tiempo está guardado en mi.
Yo te creé y te crecí y te sembré de
sueños y ensueños.
Niña de trigo y agua.
Junto a los arrabales de Guakamalú.
Papa, ¿Va en serio que vendrás a
buscarme algún día?
-En los arrabales de Guakamalú está
escondido el tiempo. Todos los tiempos.
Yo los encontraré.
Imagen:Sandra Bierman
pluvisca-gozandoconlamirada.blogspot.com/
El otro día publiqué este poema y no me sentía convencida.
ResponderEliminarHoy lo vuelvo a poner.
Muy bien compartido, Tecla.
ResponderEliminar¿Qué no hará un padre por su hijo?
Es precioso, muchacha, como todo lo que haces.
Montonazo de ternura para ti, tesoro.
Te quiero, Virgi.
ResponderEliminarPuedes quedar tranquila, es precioso.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Expresiones
Piedra
Gracias Piedra, ojalá que mis poemas fueran tan buenos como tus fotografías.
ResponderEliminarTu te enamoras de la vida y te la guardas en tu cámara.
Pues yo te agradezco que lo hays puesto, porque se disfruta y es precioso. Enhorabuena Tecla.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Me preguntaba cómo había desaparecido la entrada.
ResponderEliminarSalu2, Tecla.
HOLA:me encanto es la primera vez que entro a tu blog muy bueno .
ResponderEliminargracias por compartir
besotes ,
SILVIA CLOUD
Por eso lo anduve buscando sin encontrarlo. Me alegra que te hayas decidido a publicarlo y nos dejes deleitarnos con él.
ResponderEliminarUn beso, Tecla
mE HACE SENTIDO
ResponderEliminarEL DECIR EN ESTOS DIAS
CUANDO SE SIENTE POR LA HIJA
que por en norte de mi pais esta a punto
de perder a su padre...pero dices bien
en el tiempos de los tiempos
seguimos unidos por siempre
gracias y besos amiga!
Ya decía yo que este poema lo conocía. Es bello.
ResponderEliminarBesos querida Tecla
Graaaciaas por devolver esta preciosidad a su Guakamalú:-)
ResponderEliminarDebo decirte que antes se intuía que un padre le hablaba a su hija, que le intentaba transmitir ese calor y seguridad que los padres intentamos hacer llegar a nuestros pequeñajos, así y además con la nueva imagen desde luego queda muchísimo más claro y aun destila más belleza.. toda la que hay dentro de ti, TECLA.
Se nota que te gustan los místicos, los clásicos en general, eres la reina del lirismo sentido aquí cielo.
Un beso inmeeeeeeeenso preciosa semillita.
Gracias, Nani, yo también agradezco la originalidad de tus relatos.
ResponderEliminarFueron los duendes de la noche, Dyhego.
ResponderEliminarTe admiro a montones.
Gracias Silvia Cloud. Me pasaré por tu blog en cuanto pueda.
ResponderEliminarGracias Alís. Así me salió. A veces es mejor para nosotros dejarnos llevar. Mucho mejor.
ResponderEliminarComo en los sueños.
Meulen, que así es, y el calor de un padre es el calor de un padre.
ResponderEliminarAunque vivamos siglos.
Le echo tanto de menos.
Pluma mia, nos iremos a Guakamalú donde los pájaros dicen que son de colores y el tiempo no se pasa nunca.
ResponderEliminarMaría, sale como sale y no se puede remediar. Dejo que las palabras fluyan y a ver que pasa.
ResponderEliminarQué te voy a decir yo a ti que eres un aluvión de palabras.
Gracias por ti, María.
Tu nombre me sabe a hermana.
Y a agua.
Hola querida amiga! los tiempos esos tiempos, y mis tiempos que son tan extensos, pero aqui estoy devuelta.. te cuento estoy estrenando blog asi que si queres visitarme, aun no tengo seguidores jaja, te saludo con un beso enorme!!
ResponderEliminarhttp://www.enotrosversos.blogspot.com.ar/
Muy dulce, Tecla, mucho.
ResponderEliminarSiempre te reconozco en tu modo de decir, en tu arrullo que se hace verso. Eres un lujo para todos.
Ah, me ha gustado mucho eso de que se la hayan "equivocado los encuentros". Es bien bonito.
Un beso y buen 2014, preciosa.
Oscar, qué alegría que estés de vuelta.
ResponderEliminarTe recibo con todo mi cariño.
Ahora a trabajar y subir por los peldaños.
La poesía nos espera.
Isabel, tu también. Todos andamos necesitados de afectos.
ResponderEliminarDeben de ser los recortes, que llevan el mundo algo así como trastocado.
Bien, Tecla, los electrones están enfadados conmigo. Cuando escribí el anterior comentario solamente existía uno. Hoy, menos madrugador que tú, he querido volver a leerte, a soñar y admirar este poema de esperanza y me encuentro que no existe mi comentario. Bien. No será el mismo pero escribo otra vez.
ResponderEliminarTecla, tu poema huele a campo, inocencia que va perdiéndose y a sol despiadado. El tiempo nace en él, las semillas fructifican alrededor de esas lejanas y pobres casas de los arrabales en donde habita el amor. Es preciso marchar para poder volver con la vida para aquellos que esperan y aman. Contarán anécdotas de la lejanía, breves noticias de esperanza y el tiempo siempre caminará lento, impasible, sin consideración hacia la inquietud. Amiga Tecla, es uno de los poemas más sentidos y bellos que he leído en mucho tiempo.
Un cariñoso abrazo, amiga Tecla.
Se me acaba de ocurrir con tu comentario: Imagínate lo que sería volver a los paisajes de cuando éramos niños como si fuera que tan solo volvemos de un viaje y nos contáramos todo lo que nos ha pasado.
ResponderEliminarClaro que todo es tan vulnerable que a la primera frase ya nada sería lo mismo y ese paisaje antiguo para nosotros nuevo se esfumaría como por obra de encantamiento.
Gracias por repetir tu comentario, Antonio. La arquitectura del poema no me convencía y me resultaba imposible soportarlo. A pesar de que creo que solo era una frase.
Debe de ser por lo que te acabo de decir anteriormente, que a la primera palabra todo cambiaría y nada sería nunca como antes.
Sin mover la mayoría de las palabras todo ha cambiado radicalmente.
Tal es la fuerza de las palabras y las frases.
No, Tecla, creo que no debes tocar ni una palabra. No sé cual será pero creo que debe ser el típico miedo a un recuerdo o hecho que podría surgir. Creo que el poema es perfecto como está. Si quieres cambiar la estructura, escribe otro con ella. Este no, por favor.
ResponderEliminarY, sí, claro que sí he pensado en esa posibilidad de la que hablas. Volver atrás y encontrarte una realidad que se prestaría a contar unas aventuras de vida que han podido ser similares: alegrías, dudas, caídas irremediables aceptadas o no, terrores provocados por sueños inconclusos, placeres inconmensurables o deseos de sentirlos y lucha, siempre una eterna lucha con nuestro yo y con un entorno que muchas veces ha sido inhóspito. Todo un mundo de gran importancia para adolescentes con mentes de adultos.
Los relatos, sentados en el portal de una casa, serían excepcionales hasta, como dices, una palabra, solo una, que nos enviaría directamente al futuro de aquel pasado grato y soñador.
Creo, Tecla, que no existe nada como hablar intensamente de toda una vida que ha ido fructificando y dando mieses a pesar de la existencia de los gorgojos. Me encantaría poder vaciar mi pequeño saco y contar la historia de ese, de ese grano dorado de la izquierda.
Un cariñoso abrazo, querida amiga Tecla
Antonio, no lo voy a tocar. Este poema se queda para siempre como está. Entre el poema y yo se ha restablecido el equilibrio.
ResponderEliminarTus palabras me han envuelto en una nube de comprensión.
Pues a mi me parece un poema conmovedor. Además de hermoso.
ResponderEliminarMe ha encantado en fondo y su forma.
Te felicito
Besos
Muy abiertos los ojos del corazón han de estar para encontrar el tiempo que pasó sin germinar en los trigales....
ResponderEliminarPrecioso poema.
Bss
Gracias Trini, tu presencia en mi casa es un soplo de aire fresco.
ResponderEliminarDe Barro y de Luz, ¡Ay! de los trigales, escondidos entre las sombras de los rayos del sol, donde todo germina.
ResponderEliminarTiempos de fuego y de cosecha.
El corazón se esconde en otra parte.
No quiere que las sombras lo adivinen ni le cojan desprevenido.
A mí sí que me convence.
ResponderEliminarY estos versos son una joyita...
"que me llora la frente
mis horas son segundos y se me escapa el tiempo".
Besos, niña poeta.