Me voy al pueblo que con mi coche verde
yo me llevo y yo me traigo
yo sola me sé
y me soy.
Me voy
con la música a otra parte
Mi coche canta y baila
sobre la carretera
a la velocidad que de mi pie derecho yo le imprimo
adiós Madrid, adiós ciudad
que te quedas sin gente
me voy para dejarte y no volverte
que nunca me quisiste
tanto ruido, tanta suciedad,
tantas noches en blanco
tanta luna escondida.
Y para qué.
Me voy al pueblo que con mi coche verde
yo me llevo y yo me traigo,
yo sola me sé y me
soy.
Yo sola me canto.
qué ganas echa este poema!!!
ResponderEliminaryo haría lo mismo con este STGO , toy chata de la ciudad, tan impersonal, fría y concluyente que no da espacios a la locura de ilusionar
me encantó !!!
besitos Socorro y tu tocomocho verde de seguro llegará a donde tus sueños digan
pd...chata = aburrida
tocomocho = auto
listo con la traducción chilensis jajaja, muakis
Dado que no podemos salir de nosotros mismos, nos ilusiona cambiar de escenario y encontrar mundos nuevos, Elisa.
ResponderEliminarY eso de ir al pueblo la verdad es que h ay que ver la sensación de libertad que proporciona.
los andaluces nos cantamos y solos, lo llevamos en la sangre, sangre de pueblo, como a ese donde vas.
ResponderEliminarBESITOS.
Te avisaré Ana, por si este año pudiera ser.
ResponderEliminar¿Has estado alguna vez en mi pueblo?
Te gustaría mucho.
Verde el coche, verdes los brotes de esperanza...¡al pueblo!
ResponderEliminarFelices vacaciones!!!
besos
Parte de mi biografía, tecla, pues hace ocho años me subí a mi coche blanco (pero tuve uno verde)y me vine a vivir a este pueblo dejando atrás Madrid.
ResponderEliminarSola... Incluso acompañada siempre sola, pues la libertad te hace así :)
Besos
Qué tierno ese poema-canción...
ResponderEliminarTecla que disfrutes de ese cambio de escenario, seguro que más tranquilo que la gran ciudad.
Besos!!
Que yo me lo guiso y que yo me lo como y arza y olé.Y con la música que tú le pones al cantar,queda perfecto.
ResponderEliminar¡Ah los pueblos!Una delicia para pasar una temporada,eso sí.
Saludos Tecla.
Me encantaría tener un wolsvagen rosado y que me llevara y trajera por mi. Es lindo llevarte y traerte cuando gustes.
ResponderEliminarMe gustómucho tu texto.
Besos Tecla querida.
Que te veo, Socorro, poniéndole música a estas letras con una guitarra y una pajita de hierba entre los labios.
ResponderEliminarUn beso.
Nada mejor que cantarse una bella canción, yo me canto tangos en noches solas con vino y danza...
ResponderEliminarSiempre es bueno cambiar de aires... y de música
Besos Socorro
Me gustó muchisimo!!
ResponderEliminarTransmite una hermosa sensación de libertad...
Quien pudiera agarrar el auto y dejar todo lo que nos hace mal...
Besos!!
Fabi
Gracias, Luís. Me gustaría que vinieras algún día. Te lo pasarías bien con los parajes de Sierra Mágina.
ResponderEliminarFrente a la tierra de Antonio Muñoz Molina.
Es cierto Verónica, pero las sensación de la libertad no te la quita nadie.
ResponderEliminarAlgún día haremos un viaje juntas. Dime por donde vives y lo intentamos.
Laura Uve. Ya tengo delante de mi el eBook para intentarlo cuando termine y así tener a mi disposición todos los libros de los que me hablas. Es como soñar y vivir en muchos escenarios.
ResponderEliminarYa te lo contaré.
Gracias Jerónimo. Nuestra propia compañía es la que nunca nos abandona. Aquella en la que más podemos confiar.
ResponderEliminarVolver a sus raices sin dudas
ResponderEliminares algo impagable amiga
ver esos parajes queribles
renovados con nuevos ojos de sentir para hacer mejor caminar...
descansar
eso es lo que quiero tambien por mi casa materna
ahora que entro en un periodo de vacaciones por estos lados
y reencontrar lo querido...
un abrazo
y buen viaje!
Yo te llevaré donde tu quieras, Pluma mía.
ResponderEliminar-Ya tenemos aquí a doña Tecla la fantástica.
-Aída es que con la imaginación se puede crear la realidad que nosotras queramos que sea.
-Soñemos Tecla, porque al final, todo lo vivido se convierte en sueño.
-Ahí quería ir yo, Aída. Ahí. ¿Lo entiendes?
-Cómo no lo voy a entender, Tecla.
-Pues eso.
Y qué guapa me veo como tu me ves, Sarco. Yo quiero ser así.
ResponderEliminarSeguro que la música me saldrá bordada.
Leo esto que has escrito como quien canta una canción. Esa sensación me ha dejado. Una road movie de aquí cerca.
ResponderEliminarPero eso sí, Madrid siempre nos quiere. Lo que pasa es que muy especialita ella.
Saludos al coche verde.
Y al pueblo.
Un beso.
Cantar con una misma es uno de los goces más sublimes que podemos encontrar en la vida, Novia.
ResponderEliminarLástima que se esté perdiendo.
No creo que sirviera de mucho, Fabiana Andrea. Allá donde vayamos el bien y el mal nos acompañan.
ResponderEliminarLo único que nos hace felices es la ilusión. La promesa de una felicidad que no se acaba.
Y aunque así fuera, nos acabaríamos aburriendo.
Eso es Meulen, encontrar lo querido y no olvidado.
ResponderEliminarQué sensación de bienestar me produce. Cuanta paz. Cuando estoy allí, me parece que mi mami me sonríe.
Incluso que me abraza.
CDG, no lo hice con tal propósito, pero la verdad es que a mi también me parece como una canción. Debe de ser por el ritmo musical que me acompaña cuando voy conduciendo.
ResponderEliminarGracias por estar, amigo.
Me ha encantado tu historia de hoy.
Cuanta frescura y alegría mi poeta!!!..A que nos bastamos de vez en cuando con nuestra propia compañia. Así es querida se lee y se ''escucha'' como una canción,cada linea rompe los esquemas de la rutina, Llévame contigooooo!!!!...Donde están las raíces y los mejores recuerdos.Donde siempre está verde,donde el viento acaricia todas los días!
ResponderEliminarUn abrazo enorme...Guapa!
¡Caracoles, que maravilla! si dan muchas ganas de imitarte y hasta pintar el auto del mismo color que el tuyo. ¡Genial! Un abrazo.
ResponderEliminarHala, cómo mola. Yo quiero un coche verde. ¿Me lo das? Te lo cambio por un Códice Calixtino que casualmente ha aparecido en mi garaje.
ResponderEliminarDisfrute usted, dama.
Bicos insomnes.
Nuestra patria es nuestra infancia, América, y donde están nuestras raíces allí está nuestro corazón.
ResponderEliminarTu también llevas mis raíces prendidas de tu falda.
Gracias amiga.
Alma, corren tiempos de fiesta. Tiempos de volar por el mundo. Acompáñame.
ResponderEliminarTodo puede ser que algún desaprensivo nos deje sin carburante para terminar nuestro recorrido.
Pero mientras tanto, soñemos.
¿Y qué dice el códice, Larisa? Porque según lo que nos cuente igual ni me interesa. A pesar de su valor incalculable.
ResponderEliminarCuando tengas insomnio, búscame y nos tomamos alguna copa juntando nuestros propios insomnios.
Un beso, preciosa.
ME VOY PAR`PUEBLO QUE LA CIUDÁ YO YA NO LA AGUANTO, VERDE QUE TE QUIERO VERDE,
ResponderEliminarTe imagino cantando la alegría la llevas puesta. ¡que lo disfrutes! Un abrazo y ya sabes donde andamos.
Besos
Lo sé, Marina. Ya te tengo pensada. Cuando esté allí te aviso. Aún faltan unos días.
ResponderEliminarQue salá Tecla¡ me ha gustado mucho. Es verdad, parece una canción.
ResponderEliminarPásalo bien, donde quiera que vayas.
Besazos¡
Gracias Mar. Hay que estar alegres. Si es que nos dejan.
ResponderEliminary yo canto con vos!!! me hiciste cantar!!!
ResponderEliminarbelleza de poema
besos, tecla*
Gracias Rayuela mía. Tu sí que sabes hacerme vibrar.
ResponderEliminarMe voy contigo, Tecla, me voy en ese coche verde a ver si así se espantan todas las penas. Nos montamos y cantamos, y no sé si quien canta su mal espanta, o si cuando el español canta es que algo tiene en la garganta o poco le falta. El caso es cantar, tú como los pájaros, Tecla, como ese pájaro que aletea en tu sombra.
ResponderEliminarQué bonito y tierno. Me sacaste una sonrisa. Nada más que por ella recibe muchos achuchones, muchos, muchos. Y que se vayan los dolores y las tristezas con ellos, ¡hala!
Te abrazo con mucho cariño, querida Tecla. No quiero que estés triste. No lo mereces.
muchas gracias por tu huella
ResponderEliminarpasa un precioso domingo Socorro
besitos y energías
Tal vez el pueblo acabe siendo nuestra salvación y podamos rencontrar nuestra dimensión como seres humanos.
ResponderEliminarGracias muchas, Isabel. Me has arrancado una lagrimilla.
ResponderEliminarPero de alegría.
Haremos ese viaje.
Ya lo verás.
Miles de besos.
Gracias, Elisa. Eres un amor.
ResponderEliminarIgual sí, Javier. A mí que soy de pueblo me encantaría. Pero sin prejuicios, sin gente del PP, y contigo y otros como tu, dentro.
ResponderEliminarEso sí que es soñar.
Ah, teclita musical, pienso en una melodia de piano con tu post.
ResponderEliminarY yo que soy rata urbana, no me iría de Madrid, es una fiesta su arquitectura.
Yo anhelo volver a vivir a una metropoli, ansío tanto el ruido del tráfico, la ceguera de las cañerías, el chocar de universos apresurados, la diversidad humana...mi patria es la humanidad aunque a veces me sienta fuera de lugar entre mucha gente, me encanta diambular y observar a los transeúntes.
Saludos grandes chica de música.
Es tan bello
ResponderEliminarte imaginé ahi, yendote al pueblo, a reencontrarte.
Un beso enorme bonita, es siempre un placer leerte.
:)
Preciosa musicalidad le diste a estos versos. Te felicito.
ResponderEliminarSaludos.
un rock!
ResponderEliminarsoy de los afortunados que también tengo pueblo. el lugar de mis padres y mis abuelos, donde crecí cada verano, donde aprendí a amar, y a tantas cosas. la naturaleza... (que muchos niños de hoy no pueden disfrutar)
ResponderEliminarcuando necesito reencontrar-me me doy un paseo de vuelta por mis orígenes.
recarga las pilas y vuelve con muchos poemas.
un abrazo.
Cuánta energía positiva en tu poema/viaje. Que te vaya bien! Me contagiaste.
ResponderEliminarSaludos desde una Copenhague que gime porque no la dejan irse,
Ian.
Te imagino en ese coche verde, con la música por carretera y entonando el sueño que te lleva a las raíces.
ResponderEliminarBesos, mi niña.
Lo de Adiós Madrid no es más que un dicho de esos antiguos, que me encantan.
ResponderEliminarAunque por mucho que te guste la ciudad de vez en cuando una escapadita al pueblo es un soplo de aire fresco para deshinibirnos de la opresión ciudadana.
Gracias por estar aquí.
Tengo muchas ganas de reencontrarme contigo, Flor.
ResponderEliminarEstaría encantada.
No lo he podido remediar, Joaquín Roldán.
ResponderEliminarDe todas maneras estamos aquí para pasárnoslo bien.
Hacía tiempo que no te encontraba por aquí, Salvador.
ResponderEliminarMe alegro mucho. Pasaré a verte.
Un abrazo.
Gracias Senses, lo haré.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Ian. Qué alegría volver a encontrarte.
ResponderEliminarUn abrazo.
El día que te vengas en mi coche Zarza, verás si vamos a cantar tu y yo a grito pelao.
ResponderEliminarTe cantas tan bien, querida Tecla, que nos encantas a todos.
ResponderEliminarY te abrazo con fuerza y mucha ternura.
un poema bien cantado.
ResponderEliminarSaludos
David
Yo estoy harto de mi ciudad también, aunque hace mucho pude decir que no imaginaba vivir fuera de ella. Pienso irme a un pueblo, igual descubro algo, o muero allí de aburrimiento. No lo sé, imagino que cada lugar en el mundo tiene su encanto, pero debemos descubrirlo en el momento adecuado. Lindo escrito.
ResponderEliminarCuánto ritmo y qué visual! casi te acompaño dando palmas.
ResponderEliminarUn abrazo