Vuelve la noche por Santiago Apóstol
ensueño de luciérnagas oscuras
camino de Santiago y luces
sembradas al amanecer.
Quinientas mujeres disfrazadas caminan lentamente moviendo sus caderas al calor de la tarde.
Está roto el crepúsculo
y no existe meta hasta la cual llegar.
Quinientas mujeres oscuras como golondrinas
pasean su virginidad sedienta
una llora, otra reza, la otra está indignada
ninguna se consuela.
Quinientas vírgenes como quinientas vestales ataviadas de luna
giran su cabeza para mirar al sol.
El sol sonríe -por qué se fue tan lejos-
-Mírame a mi, mujer, mírame a mi.
¿Acaso no ves el fuego que me abrasa?
-Alguien dijo que amar era pecado.
-Pecar es otra cosa.
Quinientas mujeres descalzas pasean por el desierto
en la noche de Santiago Apóstol
una reza, otra gime, otra se dispone a bailar al son de los tambores
-Ven y bésame
Los lirios se encendieron y no quedan farolas para tirarles piedras.
amar y amarse nunca fue ni es pecado
ResponderEliminaraunque muchos los tildan según sus creencias así
cuanta imagen potente hay en esas quinientas vestales, que ardan y que se reinventen en el amor , en él vale todo
Excelente poema SOCO
besitos y luz
Quinientas lunas descalzas esparcen palabras que germinan en tus versos, en tus imágenes, en los lirios que iluminan la eterna noche de los que aman.
ResponderEliminarbesos
No las he visto, andaba en el desierto buscándome a mí mismo.
ResponderEliminarbeso!
¿Quienes serán estas quinientas mujeres? No tengo la menor idea. ¿Quizás costaleras de alguna procesión?
ResponderEliminarPaso por Blogger corriendo y me encuentro con este maravilloso poema.
Saludos Tecla.
La imagen intensa que hay en esas quinientas vestales mirando al sol y la luna acariciando su mirar, Bellas imágenes amiga..
ResponderEliminarUn abrazo
Saludos fraternos
Un beso...que lo podrá TODO. Besos
ResponderEliminarA pecar con ese beso querida Tecla, me encanta poderte leer, es un placer, felices pascuas compañera.
ResponderEliminarbesos gitanos
¿Amar es pecado?
ResponderEliminarEstoy condenada al fuego eterno por amar con el alma y el corazón.
¡¡Qué hermoso,Tecla!!
Mi beso y abrazo.
Hasta pronto
Gracias, Elisa. Mi sutil poeta, te espero al atardecer para ver pasar a las vestales.
ResponderEliminarGracias Luís, nos iremos juntos para ver pasar esas quinientas vestales que cruzan descalzas el desierto en busca de la gloria.
ResponderEliminarSarco, ¿Has conseguido encontrarte? Si lo consigues, llámame que te iré a buscar.
ResponderEliminarSon vestales, Pluma, que buscan aquello que no encuentran. Y se dirigen al horizonte donde todo es posible.
ResponderEliminarTe recibo con toda mi alegría.
aquellas consagradas a no disfrutar de la carne...compensará su entrega¿?
ResponderEliminarBonita descripción de la procesión del Jueves Santo por la noche.
ResponderEliminarTu fe te hace mejor persona, mujer rubia y con sombrero.
Me congratula. Pero mándame un donativo.
Las vestales te lo agradecen.
Besos.
Hasta puedes con quinientas vestales, mi querida Tecla. Pasan frente a ti, cargadas de amor y sin posibilidades. Seguro tú les llenas de luz el camino que han de recorrer.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Pero mucho.
Un abrazo, cielo.
la historia del mundo
ResponderEliminarHermoso... potente... maravilloso.
ResponderEliminarUn abrazo, con afecto
Procesión de vestales, ufff, creo que en estos momentos sería difícil.
ResponderEliminarVen y bésame, como si el mundo fuera a acabarse...
ResponderEliminarSaludos y feliz domingo.
Pues yo vengo y te beso,
ResponderEliminarentre luciérnagas y vestales,
pozos sombríos y crepúsculos.
Bajo soles y lunas,
pecados
y amor eterno.
Besos.
Y si amar fuese pecado, bendito pecado, yo quiero pecar siempre, siempre y siempre. Y no me voy a confesar.
ResponderEliminarUN ABRAZO GORDO.
Van en busca de la gloria y el amor puede que se cruce para algunas de ellas, amar no es pecado eso es lo que hay que entender la decisión esta en el corazón,aunque se puede amar de deferentes maneras.
ResponderEliminarPrecioso poeta, tiene ese puntito de enigma para la imaginación.
Besos guapa.
un abrazo grande Soco querida, que esta semana que comienza traiga muchas alegrías a tus horas
ResponderEliminarYo era
ResponderEliminarEra yo
La que bailaba
al son de los tambores.
besos.
Gracias Adolfo, tu sí que sabes componer imágenes tiernas y entrañables.
ResponderEliminarTe tengo una envidiaaaaaa
El amor lo puede TODO, Winnie. Eres encantadora.
ResponderEliminarPodríamos hacer una película, Princesa Gitana que llevara por título: "Qué bueno es pecar"
ResponderEliminarSería el llanto y el crujir de dientes y tendría un éxito de taquilla impresionante.
El Amor es el que mueve el mundo Morgana, solo que algunos lo han querido manipular a su favor.
ResponderEliminarNoel, más bien creo que no. Que lo que Dios mandó cuando hizo el mundo fue Creced y multiplicaos. Y esas vestales manipuladas por los intereses de los que van de listos por la vida, están desobedeciendo la orden divina.
ResponderEliminarYo no le doy donativos a nadie que luego se yo que te lo gastas en viajes. Pecadora, que eres una pecadora.
ResponderEliminarPero te quiero mucho, Larisa, niña mía.
Qué mal nos lo montamos.
Tu paso por mi puerta, Virgi, es como una luz que atraviesa mi estancia. Y una alegría para el cuerpo.
ResponderEliminarCon todas las sanas intenciones.
Te quiero mucho.
Gracias Alicia.
ResponderEliminarAfortunadamente creo que sí, Javier. Pero aún quedan vestales en la viña del Señor.
ResponderEliminarLo que no sé yo es si el Señor estará de acuerdo.
Verás cuando lleguen al otro mundo algunos, el chasco que se van a llevar.
Así, así, Hiperión, como si el mundo fuera a acabarse.
ResponderEliminarYa sabes lo que pasa en las guerras.
Vienes cargada de palabras llenas de Vida, Eva la Zarzamora.
ResponderEliminarBenditas sean.
Amo tu poesía...
ResponderEliminarViene cargada de nostalgia y toca hondo.
Un besito.
AAAAnaaaaaa. Jajajajjajaj. Peca, Ana, duro y a la cabeza.
ResponderEliminarAmérica, amar es lo más hermoso de la Vida. Sin amor no existiría el mundo.
ResponderEliminarGracias, Elisa.
ResponderEliminarGran poema el que me acabas de regalar, Momentos.
ResponderEliminarYo también estaba allí, buscándote y bailando al son de los tambores.
Un abrazo preciosa mía.
Viniendo de ti, Zayi, es lo más hermoso que me pueden decir.
ResponderEliminarEres maravillosa y que conste que nunca digo esa palabra porque no quiero utilizarla en vano.
Te admiro y te respeto profundamente.
Tu noche es luz iluminando el interior de cada uno…miedos, cera a medio derretir, hogazas escondidas bajo la mantilla y quinientas palabras en el fulgor de tu texto.
ResponderEliminarBeso.
Gracias Javier, siempre son de agradecer los comentarios de un poeta como tu.
ResponderEliminarPor mucho que la noche vuelva, tus palabras la rompen en pedazos y nos iluminan.
ResponderEliminarYa te estaba yo echando de menos Xuán. Debía ser por la SS. Seguro que traes unas fotos fantásticas.
ResponderEliminarenorme poema, disparador de imágenes y sensaciones.
ResponderEliminarabrazo*
Qué orgullosa y contenta me siento de tenerte, Rayuela.
ResponderEliminarQuinientas mujeres más relajadas, que el concepto de virginidad (que los grupos de cast@s que han salido sin pudor del armario se resisten a perder) ha de tratarse de una extraña aberración.
ResponderEliminarviva el placer, el deseo y el orgasmo. pecar es otra cosa...
un abrazo.
Lo vi pasar ante mis ojos Tecla.
ResponderEliminarTiene bastante fuerza.
Saludos.
Se me olvidaba Tecla...Y lo tenia pendiente,es poderosa la imagen que acompaña tus versos.Plena de color.
ResponderEliminarAbrazos guapa.
Quinientas mujeres caminando por el desierto,quinientos corazones en busca del amor,todo un espectáculo...
ResponderEliminarUn poema casi exótico,muy bello.
Un abrazo.
Es un placer leerte.
ResponderEliminarBesos.
Una maravilla de entrega
ResponderEliminarnunca dejar de poetizar la vida
la existencia
tu poema conmueve
porque es de la mujer
que también subyace dentro de uno misma
y la vida nos da y debemos saber sorber sus gustos...
todo el amor y el abrazo de la vida en ese baile!
abrazos!