Le cambiaron los nombres a las calles y ahora está perdida en medio del laberinto.
Ya no encuentra su casa ni su puerta
y ni siquiera puede encontrarse a sí misma
porque le cambiaron los nombres a las calles y no puede vivir en ninguna parte.
Noche oscura del alma,
tras la esquina
vive el encapuchado que cerró la puerta cuando escapaba el inocente
de la furia de sus enemigos.
Silencio.
Hay un niño que nace entre los lamentos de su madre
y un hombre que muere torturado entre lamentos de sí mismo
a manos de las sanguijuelas.
Le cambiaron los nombres a las calles.
Y nadie encuentra ya su casa
ni su puerta.
El mundo herido gritará a la conciencia por los siglos
de los siglos.
de los siglos.
Fotografía: Matamoros Burzaco
Autor: Juanjo Mediavilla
Esta es la entrada de hoy. La de Te llamaré Abril se me ha puesto en primer lugar sin querer al retocarla.
ResponderEliminarEs la primera vez que me ocurre algo así y no sé por qué .
me voy de tu casa estremecida .Sin palabras.
ResponderEliminarUn abrazo
Tenía este poema que no sabía con qué fotografía encajarlo y mira por dónde encuentro esta fotografía de Juanjo Mediavilla que refleja el mundo onírico y mnemotécnico de todo cuanto ha pasado por mi mente al escribirlo.
ResponderEliminarEs alucinante. Esto puede que se deba a la conciencia colectiva que estamos viviendo debido a las circunstancias históricas que pretendemos rememorar durante todos estos días.
Estoy encantada de que te guste. Creo que así tal vez hayas vivido unos instantes dentro de mi cabeza y de m i mente.
PUes la fto y el texto encajan a la perfección Teclita Un besote y buen finde
ResponderEliminarlo peor es la cantidad de todo lo que se va desvaneciendo día a día.
ResponderEliminarEl mundo se está haciendo una penumbra de calles abandonadas y habitantes que deambulan sin rumbo.
Y el sentido es perderse
Gracias Winnie. Eres un amor.
ResponderEliminarEsa sensación de estar perdida, de sentir un silencio interior desolador y de vivir en un mundo herido... es tremenda.
ResponderEliminarSolo se me ocurre refugiarme en la belleza: la música, la poesía, la pintura.............. sé que es huir pero...
Me gusta todo, la foto y tu poema.
Un abrazo!!
La Noche Oscura nos trae calles donde a todo le han cambiado el nombre y en soledad y desubicados seguimos adelante sin perder de vista al encapuchado.
ResponderEliminarEs un panorama desolador, tangible y palpable... Que no quede en un grito, que haya acción.
Besos
Preciosa foto y un texto tan actual e inquietante, que eriza los sentidos.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Los nombres son tan importantes, en ellos está gran parte de la identidad, de un lugar o de una persona. No me extraña que si las han cambiado a punta de jirones, ella se lamente, se diluya, se pierda.
ResponderEliminarProfundo escrito, que llega profundamente. Tiene fuerza, denuncia, y lamento. Poderosa!
Besos
Anouna
La imagen de Juanjo Mediavilla me encanta, como tus palabras. Me recuerda tantos pueblos abandonados que he visto, siempre tienen un magnetismo especial, a veces me quedaría días enteros allí, entre fantasmas.
ResponderEliminarTu post también me ha hecho recordar una tarde que me encontré por la calle un hombre que no recordaba cómo llegar a su casa, estaba desorientado pero por lo menos supo decirme la calle donde vivía, al principio fue complicado pero al final le pude ayudar.
Creo que he repetido muchas veces la palabra recordar, pero...
... de eso se trata ¿no?
:)
Quizás apenas esté encontrando los verdaderos nombres.
ResponderEliminarLa fotografía es Increíble.
Besos Tecla.
¡Me has hecho recordar Guernika, coño!
ResponderEliminarUn beso a tiros.
Hola Tecla. Buenas noches!
ResponderEliminarYa me puedes perdonar no haberlo visto antes pero por temas laborales he estado un poco liado y con poco tiempo para visitar blogs.
El poema es precioso, lleno de mucha verdad y pasión en todas sus palabras.
Una delicia para lectura.
Esta primera foto pertenece a una serie que he tomado hace unos días y que iré publicando poco a poco. Es un tipo de fotografía que siempre me ha llamado mucho la atención por lo que transmite, por lo que te hace imaginar cuando la ves.
Un besazo de corazón Tecla. Me guardaré esta entrada dentro del blog.
Han cambiado los nombres de los nombres de las calles y las casas han quedado huérfanas y sus moradores suspendidos en la nada.
ResponderEliminarHan cambiado los nombres de los nombres y alguien ha gritado.
Besos.
El mundo siempre grita aunque nos hagamos los sordos.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Todo cambia y cada vez más rápido.
ResponderEliminarCualquier día estaremos fuera de todo.
Besos.
Cuando tu casa está fuera de ti.... no tienes casa, ni calle, ni perro que te ladre....
ResponderEliminarbesos
Ojalá todos encontremos a una Ariadna que nos ayude a salir del laberinto, Tecla.
ResponderEliminarSaludos con nombre.
Me parece perfecto que cambien los nombres a las calles. Todo lo que sea descolocar humanos, mola.
ResponderEliminarBesos, dama con sombrero.
Noel, a veces el hecho de perdernos es lo mejor que nos puede ocurrir, es la mejor manera de encontrarnos con nosotros.
ResponderEliminarLaura, creo que no estamos perdidos. Estamos encontrando un escenario que desconocíamos por completo, pero que estaba. Y que era.
ResponderEliminarVerónica, siempre el grito encuentra el movimiento y la respuesta. Esperemos que sí.
ResponderEliminarLo has comprendido como nadie, Nani. Eres preciosa.
ResponderEliminarAnoúna. Tu has entrado, has visto, has comprendido.
ResponderEliminarPoetisa profunda y atenta de las profundidades más ocultas.
Ximo, si no me llegas a decir la palabra recordar, ni me entero. Tal era el interés que me estaba produciendo lo que me decías.
ResponderEliminarDebe de haber tanta vida, tanto silencio en la quietud de una ciudad abandonada, que uno no podrá por menos que sentirse vivo más intensamente todavía.
Gracias por estar aquí.
No lo sé Pluma. Quizás a veces una se pierde en la memoria del olvido sin posibilidad de regresar.
ResponderEliminarLa vida en sí es inquietante.
Jajajajaj. José Alfonso. Es lo más bonito que me han dicho en mi vida de un poema.
ResponderEliminarAlgo de eso hay en él.
Juanjo, a veces pasan cosas extrañas. Y mis palabras estaban en esas casas que con tanta pasión has guardado en tu cámara. En esas fotografías mis palabras encontraron acomodo.
ResponderEliminarTienen una fuerza tremenda y es por eso que no te cansabas de disparar tu cámara una y otra vez.
Seguro que desde alguna parte, alguien nos contempla y se siente dulcemente consolado.
La vida es un misterio.
Estoy muy contenta de tenerte aquí.
Gracias.
Un abrazo.
Sarco, esperaba con impaciencia tu comentario. Quería que gritaras conmigo.
ResponderEliminarY lo has hecho.
El mío es un grito pequeño, pero profundo y el tuyo le hace compañía.
Sí, Hiperión. Pero hay unos gritos que se sienten más que otros.
ResponderEliminarSiempre siento los tuyos. Y me los guardo conmigo dentro para repetírmelos cuando sienta la necesidad de
oírte.
Toro, dicen que para el año 2050 casi todos habremos abandonado el pueblo para irnos a vivir a la ciudad pero quizás para el 2100, volvamos a restaurar las casas olvidadas y todo comenzará a vivir de nuevo.
ResponderEliminarY ya no llorarán de soledad los pueblos.
¿Y qué haremos entonces Luís? No me mires así con ese dulce parpadeo que me están entrando ganas de abrazarte.
ResponderEliminarEsperemos que el Bourbon sea del bueno.
Dyhego, la encontraremos. Dicen que los dioses germanos eran mortales.
ResponderEliminarSeguro que después vendrá otra Ariadna.
Esperemos.
Gracias, Larisa. Ya te estaba echando de menos.
ResponderEliminarSi nos cambian el nombre no sabremos quien somos.
Dime cómo entonces podremos encontrarnos.
Transmites tantísimo, Tecla querida...
ResponderEliminarEs un poema precioso donde mastico el desamparo, la desubicación absoluta. Serán los tiempos, amiga, quelo entiendo en sentido metafórico.
La foto de Juanjo es muy bonita.
Eres un lujo de poeta y de persona.
Un beso.
Te quiero Isabel.
ResponderEliminarGracias.
Auténtico,Tecla¡
ResponderEliminarEspero,que no nos cambien nuestros nombres...
Besos.
Todo cambia, pero estremecen tus letras al quedarse perplejo ante tus letras..
ResponderEliminarExcelentemente escrito amiga...
Es muy grato pasar por tu espacio..
Un abrazo
Saludos fraternos...
Que disfrutes del fin de semana.
Nos están cambiando la memoria hasta que deambulemos en un laberinto sin nombres.
ResponderEliminarBesos, Tecla.
Que fuerte
ResponderEliminarpara la conciencia
que recibe los gritos
de este mundo herido.
Me pregunto: ¿qué conciencia?
y de quién ? (si alguien, todavía)
Besos.
Mi amiga
ResponderEliminarcomo me decías en mi libro ... quédate por esos confines de la tierra
ella es la única que nos entrega el camino de lo verdadero...
y a pesar de tanta cosa negativa y oscura que nos invade...siempre creo que tenemos
una posibilidad de encontrar el verdadero camino...
te dejo mi abrazo sincero!
Le han echado tierra al recuerdo...para ocultar qué?...
ResponderEliminarHermoso.
Nostálgico.
Sublime.
Besos.
Tu poema, estremecedor, me remonta a la época de la dictadura militar argentina, a las torturas, a los niños nacidos en cautiverio y a los desaparecidos de siempre.
ResponderEliminarCala el alma pensar que las calles cambian de nombre pero el horror de sus fantasmas no cambia nunca.
¡Excelente, Tecla! Memorables versos.
Un beso enorme.
Ah, y me olvidé decirte que la pintura es estupenda, me gusta esa languidez porfiada que adorna la nostalgia. Le va de maravillas a tu poema.
ResponderEliminarTodo ocurre demasiado deprisa, los acontecimientos van por delante de nuestros pasos, la intranquilidad es una esponja caníbal y todos nos perdemos cuando más tranquilidad necesitan nuestros días. Hay tres noches sin luna por día sin sol y demasiadas calles como almas desnudas. Tu poema, bellamente maleable, es un hoy y un muchísima gente.
ResponderEliminarBeso.
Adolfo, tu visita es un lujo. Te extraño cuando no estás.
ResponderEliminarGracias.
Todo se andará, Mar. Depende de si les sale a cuenta o no les sale a cuenta. Jajajajaja.
ResponderEliminarGracias.
Eva, piensan que si nos cambian los nombres nos cambian la memoria. Pero hay cosas y hechos que nadie ni nada podrán cambiar.
ResponderEliminarTe quiero niña mía.
Momentos, se están perdiendo la equidad, la ética, la estética y la conciencia.
ResponderEliminarY unos nubarrones negros, muy negros nos acechan.
Pero quererte es una alegría. Y yo te quiero.
-"Mujer, cierra la ventana que no puedo pensar."
Y eso hice.
Cerré la ventana y me fui rumbo abajo hacia la dicha.
Y así es, Meulen. Oigo las voces y las lanzas que atraviesan los siglos y me piden que no me deje destruir. Que me quede en la tierra y en los aires que vieron mis ancestros y por los que transito desde el principio de los siglos.
ResponderEliminarHueles a musgo y a esencias de Antioquía. Y el agua canta a tu alrededor.
Hay tanto que ocultar, Zayi mía.
ResponderEliminarPero no habrá tierra ni jueces que puedan esconder los alaridos del dolor causado injustamente.
Las hormigas huyen despavoridas a esconderse dentro de sus agujeros. Y al mirarlas me doy cuenta de que ya no llevan trigo. Se acabó. Quedaron vacíos los graneros.
Penosa, triste postal...habremos de procurarle anteojeras al viejo jamelgo, es que se precisan de otras memórias...
ResponderEliminarMordiendo el freno, te saludo..
Sí, Liliana, lo has comprendido perfectamente. Ese es el escenario interior a la hora de componer el poema.
ResponderEliminarEn cuanto a la fotografía, apareció como un milagro.
No sabes cómo te agradezco que estés aquí.
Una se emociona cuando descubre que lo que ha escrito desde lo más profundo de la conciencia es comprendido y compartido.
TQ.
Cómo no comprenderme tu, Javier Herque que eres todo espíritu y sensibilidad.
ResponderEliminarGRACIAS.
Quiero comprenderte Cásper y lo voy a hacer. Yo te añadí en mi blog y no he vuelto a encontrarte. No sé qué ha pasado. Pero voy a investigarlo ahora mismo.
ResponderEliminarTe abrazo y te agradezco Casper.
Nos están cambiando tantas cosas que ya no sabemos donde estamos.
ResponderEliminarJajajajjajajaaj. Acabo hace un rato de sentir los tres vídeos de Falla que tenías. Ahora mismo me paso a comentarte. Qué alegría me das.
ResponderEliminarQue tristeza, Tecla. Confundir para olvidar. Es lo que pretenden.
ResponderEliminarNo lo lograrán, no.
Por mucho que quieran oscurecer el día, la luz siempre irá con nosotros.
Te abrazo fuerte, Tecla querida.
Gracias Virgi por tu sensibilidad. Qué gusto me da sentirme comprendida.
ResponderEliminarNos oscurecen los días, no nos dejan ver las estrellas, nos callan y nos narcotizan.
ResponderEliminarComo siempre nada hay más claro que tus metáforas.
Un beso
le cambiaron el nombre a las calles,
ResponderEliminarpara que todo siga igual,
por los siglos de los siglos...
...qué bien escribes!
un abrazo.
Un panorama desolador, pero nos queda la dignidad y luchar por ella...
ResponderEliminarUn abrazo.
las palabras estremecen.
ResponderEliminarLa imágen transporta.
Excelente trabajo!
Me recordó a una canción de un músico chileno, busca 'Perderse' de Manuel García.
ResponderEliminarBien, ese fue el dato aparte. En cuanto al texto, emotivo, fuerte, hermoso amiga mía.
Un abrazo!
Hola Genia, como va, mi ultimo post es una cancion del Brillante musico Argentino Spinetta, que se nos fue este verano.
ResponderEliminarHermosa entrada como siempre,un gusto pasear por tu blog
esa búsqueda la hacemos a diario, y vaya qué nos intimida , será que la caminata se hace en círculos y no podemos salir del laberinto
ResponderEliminarestremece tu poema Socorro, llena el pensadero con imágenes potentes y críticas
Felicitaciones
besitos y luz
Hermoso tu espacio y como lo equilibras. Será placentero recorrerlo y disfrutarlo.
ResponderEliminarAbrazos