Dulce y serena esta tarde de otoño.
Serena
canta versos de lluvia.
Serena viene y va.
Serena.
*
–Mujer: Préstame tu alma
–¿No te gusta mi cuerpo?
–Sí me gusta, pero necesito tu alma.
Estoy vacío.
*
Serena.
Serena está la tarde de otoño
junto a la chimenea.
Canta versos de lluvia.
Serena
viene
y va.
Serena.....
Fotografía: S. Melgarexo
Algo me dice que se ha alcanzado el grado de la liviana aceptación.
ResponderEliminarQuedé como Santa Teresa; en estado contemplativo. Ya ves lo que conseguiste.
Un beso, Socorro.
Me pareces tan sumamente eterea y frágil en tu poesía.....que es algo que me deja siempre, después de leerte.....serena. Un beso
ResponderEliminarMi querido Alfonso, en ocasiones es necesario retirarse del mundanar ruído para poder escribir con el alma en la mano.
ResponderEliminarPero qué hacemos con los amigos cuando se quieren tanto como los queremos.
Nopuedoestarsintí.
Winnie de mi alma. Cómo no agradecerte que estés aquí siempre la primera.
ResponderEliminarEstoy intentando cogerte la medida de la hora en que publicas, porque a veces, consigo ser la primera.
Pero no consigo pillarte.
Eres estupenda.
Tecla ,tus entradas me dejan la misma sensación que tu entrada,serena.
ResponderEliminarEres increíble.
Mil besos.
No soy amigo de etiquetas, pero la de hoy ("poemas de lluvia") es de las que uno quisiera llevar siempre visible.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Que hermoso!
ResponderEliminarBesos
nela
Las almas se cotizan más.
ResponderEliminarBesos.
Fantástico el "canto de versos de lluvia", la imagen es perfecta
ResponderEliminarUn beso amiga querida
Me temo que esos vacíos propios no los pueda llenar alma alguna.
ResponderEliminarEs lo que tienen estas sempiternas tardes de otoño, con su vaivén y sus versos de lluvia.
Besitos, cielo.
Es bello este poema, rodeado de otoño y de fuego.
ResponderEliminarSerenamente bello, TECLA.
ResponderEliminarSalu2
Ay Serena...ese préstamo!
ResponderEliminar¿alguien devuelve un alma? o mejor, ¿alguien devuelve un alma, en las mismas condiciones que fue prestada?
Besos serenos mi Querida Poetisa!
Bienvenida de nuevo a la bogosfera y lo haces con una fotografia inmejorable y un poema-Serena-en tu estilo,con sensualidad a raudales
ResponderEliminarAbrazos,amiga Tecla
Serena...Solo el sonido de la lluvia al caer,la brisa colándose por las ranuras de la ventana,soledad serena el tiempo que transcurre sin apenas hacer ruido...Hermoso,dulce y un tanto enigmático...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo poeta...
Increíble me siento al comprobar que estás aquí, dulce Morgana mía.
ResponderEliminarEres una bendición.
Si es que eres un poeta Xuan.
ResponderEliminarNela, qué nombre tan bonito. Parece de novela.
ResponderEliminarGracias. Ya te he visitado. Necesito hacerlo más despacio.
Pero muchísimo más, Toro.
ResponderEliminarDonde va a parar. Sin duda alguna.
Ejem. ¿Me prestas tu alma?
Gracias mi capitán. Me gusta entrar en tu tertulia.
ResponderEliminarUn beso.
Tal vez el tiempo Eva. Tal vez el tiempo nos pueda traer la lluvia nuevamente.
ResponderEliminarGracias Aro. Tu presencia es muy valiosa para mi.
ResponderEliminarGracias Dyhego. Eres un sol. Estoy deseando visitar tu casa.
ResponderEliminarSusana, qué inteligente eres.
ResponderEliminarCreo que nadie devuelve el alma igual después de haberla usado.
De lo que se deduce, que no se puede prestar el alma. Ni entregarla. Te la podrían destrozar.
Un abrazo.
Me gusta reencontrarme con la serenidad de tus versos, me endulza la necesidad que tenia de volver..
ResponderEliminarme alegra que estes
un beso enorme
Oscar
Felipe. Qué alegría tenerte en mi morada.
ResponderEliminarUn abrazo.
AMERICA. De tu nombre se me llena la boca. Qué grando eres. Y cuanto talento tienes.
ResponderEliminarOscar, qué alegría. Dónde te habías metido. Te echaba de menos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Ya es tarde noche,no tengo chimenea,me asomo a la ventana no llueve pero serenamente leo tus versos,un beso.
ResponderEliminarEso me encanta Severino. Déjame sentarme contigo en tu sillón.
ResponderEliminarNos diremos poesías y recitaré para ti. El fuego de la chimenea crepitará con más fuerza.
Añoro otros otoños más antiguos que nunca volverán.
¿O tal vez si?.
–Mujer: Préstame tu alma
ResponderEliminar–¿No te gusta mi cuerpo?
–Sí me gusta, pero necesito tu alma.
Estoy vacío/a...
Tecla amiga.
Sentido escrito :)
Un placer volver por acá.
Gracias por tu visita y seguir en contacto.
Un fuerte abrazo.
Cuidate mucho.
Besos.
Pero el alma no se presta ¿verdad?
ResponderEliminarMe acunó este poema bello, sereno.
Y te felicito también por la foto.
Besos
Las almas no se prestan, se adquieren a base de lucha y mucho amor. No prestes tu alma, que la ganen.
ResponderEliminarTu poesía siempre me ha gustado.
Saludos.
Serena lleva en su nombre la lluvia mansa de la serenidad.
ResponderEliminarMichos besos sigo leyendo tu libro, esta muy bello
Si, coincido con Pluma, tu poesía siempre me gusto…
ResponderEliminarConstrucciones emblemáticas en la que uno siente la estructura misma de los sentidos liberados entre palabras para que nos lleguen desde nosotros mismos y desde vos hacia nosotros…
Maravillosa como siempre!
Un beso y fuerte abrazo.
Y así te siento entre la lluvia, serena y dulce como las hojas que caen en los parques.
ResponderEliminarBesitos, linda Tecla.
Amiga
ResponderEliminarme gustó mucho sentir esa sensación de la lluvia...que todo lo calma y que señala vida en cada gota que cae por la tierra limpia y sana...
te dejo mi cariño sincero!
Tarde otoñales de serena quietud adormecidas en los acorde de Purcell.
ResponderEliminarPrecioso. No has podido describir mejor ni con más sentimiento la tarde de hoy.
ResponderEliminarSaludos
Ay, amiga ... Serena es un precioso calificativo para un atardecer de otoño, en tu poema pleno de melancolía ... Qué hacer con las almas vacías con que nos encontramos ... Imposible prestarles las nuestras, aunque así queramos.
ResponderEliminarSerenidad te deseo, amiga mía, en este atardecer de otoño lleno de nostalgias que siento mías.
Ya sabían los dioses de hace tiempo que los bosques, el agua, Otoño, tienen alma de mujer.
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