He encendido las brasas en la habitación de al lado y dejado mi puerta abierta para que sepas que estoy aquí, junto a la lumbre, esperando que vengas y me dejes que caliente tus pies con las palmas de mis manos.
Llueve sin parar junto a las azaleas y las llamas que encendí para cuando llegaras, crepitan sin parar.
He sembrado mi mesa de licores, mi habitación de esencias.
Y he adornado con música mi casa
La lluvia se deja deslizar por la apertura de la chimenea, y quiere apagar la lumbre.
Pero no dejaré extinguir este fuego que me acelera el alma y la conciencia.
Ven.
Arde París.
La noche es nuestra.
Imagen: En la habitación de al lado
Autora: S. Melgarexo