Si vienes a mi casa para decirme que te has ido
y que no vuelves
ahora ya estás aquí.
De nuevo has vuelto. Qué podemos hacer.
-Nada.
-Supe desde el principio que siempre volverías.
Si habías de tornar
para qué
irte.
Mejor están los pájaros vencejos que dan vueltas sin fin alrededor
de su hembra
y de su vida.
Para qué irte entonces si habías de volver.
Has venido para decirme que te has ido y no me encuentras
que nunca volverás.
Enséñame el camino de tus pasos
que yo iré tras de ti
allá donde tu
vayas
y me esperes.
Imagen de Monserrat Gudiol