Vengo a entregarte mi silencio entre tus brazos
Respirarte
desde la oscuridad de mis ojos cerrados
Hurgar en tu vestido
con mis dedos
Dibujar tu perfil con el filo de mis labios
Que mi aliento y tu piel
estén casados
Por los benditos rayos de la luna
Que la noche
nos cubra entre naranjos
Que un lecho de jazmines sean tus sábanas
Quiero entrar en tu casa y entre tus aposentos
Estremecerme en ti, de espaldas a la luna
Y sentir que mi descanso son tus ojos.
Déjame pasear por tus jardines
Cantarte serenatas de pájaros impíos
Y entregarte mi vida
allá
donde amanezca.