domingo, 21 de febrero de 2016

Silencio en los espejos


Llueve el
silencio en los espejos.
Llueve sobre los cantos.

Sobre los ventanales,
sobre las noches bañadas en alcohol y aroma de pámpanos y yerba
sobre los ojos somnolientos
llueve.

Silencio en el agua.
Tengo los pies descalzos y no me los quiero despertar.

-¿Adónde vas?
-Voy a ninguna parte.
-Ten cuidado, te puedes perder.
-Ya me he perdido.
-Pero puedes volver.
-Ya he vuelto.

Grietas sedientas se abren como simas.

Llueve el silencio
sobre la madrugada. Sobre los higos maduros
y sobre los caballos desbocados.

-Silencio.......

-¿Me da fuego señor?
-Ya no me queda lumbre
-La lumbre está en sus ojos señor ¿Me la presta?
-Ya no me queda fuego


Llueve el silencio sobre
los acantilados.

Sobre los naranjos y la música ausente
Llueve
sobre la palabra divina y sobre las palabras obscenas.
Sobre una vieja pendeja que se apoya
en la esquina pintada de oporto
y aguardiente.

-¿Me da lumbre señora?
le pregunta



Imagen: Le cirque bleu de Marc Chagall


37 comentarios:

  1. woo!
    me gusto
    y más aún si es de espejos
    tema recurrente en mi blog
    aquel espacio donde cohabita el ser y estar
    el bueno y malo
    pero nadie se atreve a decir cual es el reflejo
    saludos..

    ResponderEliminar
  2. No encuentro la manera de que me salga el texto del color que lo pongo.
    Me lo hace cantidad de veces y no sé qué hacer.
    Gracias, por tu visita, Carlos.

    ResponderEliminar
  3. bah!!
    pensé que era parte del juego y de los espejos, esconder a la vista un texto
    por mi dejalo así se siente y se cree más participativo de quien lee
    saludos!

    ResponderEliminar
  4. Vaya, qué optimista, el que no se conforma es porque no quiere.

    ResponderEliminar
  5. Veo lluvia, soledad, desamparo,deseo de amistad.
    Dicen tantas cosas tus versos, Tecla.

    ResponderEliminar
  6. La lluvia y la búsqueda perpetua son buenas compañeras. Aunque, como en tu poema, solo aprendan de ausencias.
    Utilizas las palabras como preciosos dardos.
    Y das en el blanco cada vez.
    Un abrazo, tecla.

    ResponderEliminar
  7. No tengo lumbre, la lluvia me la apagó.
    Mis ojos se apagaron, secos sin lágrimas, que la noche se llevó.
    No tengo palabras para consolarme se las llevo la lluvia
    Besos.

    ResponderEliminar
  8. Bonitas letras surgidas "bajo la lluvia de los espejos"
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Los espejos han sido tema de muchos textos. Desde lo tétricos, hasta los tiernos y es por eso que son interesantes.

    Bello poema querida Tecla.

    Besos.

    ResponderEliminar
  10. El circo de Chagall se hunde en el lago Trasimeno. La reina del trapecio, Miss Obdulia Kensington, desciende hacia el fondo haciendo espirales, mientras un caballo enamorado en secreto sonríe el mal de todos. La luna acompaña y toca un scherzo, mientras la gallina clueca del hombre de las pesas toca un solo de bombo sobre un tobillo de la diva. Un lucio malhumorado tiene el detalle de regalar a Miss Obdulia un ramo de violetas. Por la parte de abajo ya se van ahogando las bailarinas.
    Tecla nos lo cuenta con otras palabras.

    ResponderEliminar
  11. Hola tecla.. El silencio de los espejos.. yo que no soy poeta, ni escritor, bastante tengo en comprender la belleza de los poemas, aunque me esfuerzo lo que puedo.. Pero si se de marketing, hay una ley que dice que una imagen vale mas que mil palabras y un titular también es casi un resumen compendio de lo que vas ha leer. El silencio de los espejos es un titular, sensacional.
    Perdona que no he comentado nada del poema que me ha parecido bellisimo, me ha calado como la lluvia fina.. me ha iluminado como la lumbre de tus letras..
    Un abrazo..

    ResponderEliminar
  12. espejos y lumbre
    es la constante de la vida
    somos sueños y pesadillas
    reflejos brillantes que suelen perderse en la noche larga

    abrazos

    ResponderEliminar
  13. Dyhego, con el tiempo se van acumulando quimeras que hacen que las palabras fluyan solas y digan cosas de que ni tan siquiera nosotros mismos habíamos advertido.

    ResponderEliminar
  14. ¿Me habrás adivinado, Eme?
    Mira que yo no quería. Que no lo he hecho adrede.
    Eres encantadora.

    ResponderEliminar
  15. Métete en algún portal, Alfred, para que no se te apague la lumbre al encender ese cigarrillo que invita a la conversación y el entendimiento.
    Sería una lástima.
    Una ocasión perdida.

    ResponderEliminar
  16. Los espejos multiplican la realidad, Rafael.
    También la luz.

    ResponderEliminar
  17. Hermoso lo que dices Fred. Qué culto eres.
    Y qué imaginativo e intuitivo.
    Gracias por visitarme.

    ResponderEliminar
  18. Gracias Llorens, de pronto una despierta y se encuentra de nuevo con los pies en la tierra al hablarme de marketing.
    Toda creación es poesía y un buen marketing lo es.
    Y tu lo sabes.
    Me gustan tus comentarios.

    ResponderEliminar
  19. Muy bien dicho Elisa, sufrir y gozar. La esencia de la vida.
    Gracias por estar aquí.

    ResponderEliminar
  20. ¿Cerillas o mechero? ¿Qué prefieres?
    ¿Existen las cerillas?

    ResponderEliminar
  21. ...chimenea? y un abrazo que queme!

    ResponderEliminar
  22. Jajajajajjja.
    Ahí queda eso, Liliana.
    Qué rica eres.

    ResponderEliminar
  23. Esa luz que irradia tu poesía amiga..
    Es la que nos acerca siempre a leerte..

    Me quedo con esa pintura de Chagal bella como tu poesía..

    Saludos

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  24. Gracias Adolfo, te he buscado en facebook para comentarte y no te he encontrado. Dime algo.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  25. Silencio en los espejos.
    Pero silencios de esos que gritan.

    He ido y he venido por cada verso, tecla, y lo he disfrutado mucho.
    Eres una de las poetas que más disfruto leyendo.

    Abrazo

    ResponderEliminar
  26. Mmmm Chagall cómo me gusta …
    sus sueños, sus mujeres voladoras y sus azules .. claro que tú y tus letras aun más jaja

    Perdón por mi silencio, y mis idas y venidas .. como la lluvia que no cesa y sin embargo no llega a donde más se la necesita, como los reflejos que deseamos ver y no aparecen y otros nos ciegan , como las palabras que deseamos escuchar o leer y cuando están no las escuchamos y cuando faltan extrañamos… somos contradicciones con patas … más que nada porque somos humanas... pero a mi me gusta tu humanidad ;)

    Un beso inmeeensoooo preciosa! MuuaaaaksS! subo al piso de arriba :)

    ResponderEliminar
  27. Espejos, lluvia, soledades, y ese bello cuadro de Marc Chagall.

    Ya sabes que según nuestro amado Lorca, "la lluvia despierta el alma dormida del paisaje..."

    ...y a los poetas les da por desnudarse, por hablar solos intentado que su otro yo se alinee desde el espejo como un planeta con augurios de buenas nuevas.

    Un poema bellísimo, tecla, y es que a mí la lluvia, los espejos y los azules crujientes me ponen rimas en el corazón.

    Qué bonita la palabra lumbre... tan en desuso.

    Muchos besos,

    ResponderEliminar
  28. Gracias, Verónica, no sabes como me alegro. Yo también he disfrutado hoy con tu descripción.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  29. Es cierto, María. A veces no sabemos a qué atenernos aunque tal vez sí, pero sabemos que no.
    Jajajaj.
    ¿Se entiende?
    Me han dicho por ahí que soy valle-inclaniana pura.
    Y fíjate que en todos estos años que llevo por el mundo nunca se me había ocurrido leer a Valle-Inclán.
    Ayer lo intenté pero no me encontré en lo que leí.
    ¿Sabes algo al respecto?

    ResponderEliminar
  30. Me encanta la palabra lumbre, Tesa, tiene una luz y una fuerza que traspasa.
    Y propone un lugar donde desnudarse y sentir el calor del alma y del cuerpo.
    Cómo me gustan tus comentarios.

    ResponderEliminar
  31. Hola Mejorana: me encantó este poema, la lluvia es esa compañía cuando nos falta algo, me sentí allí contigo. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  32. Hay voces que apagan angustias,
    hay voces que calman las inseguridades,
    hay voces que nos envuelven en amor el alma...

    Que poema hermoso, me lo guardo un rato al cerrar los ojos

    ResponderEliminar
  33. Vente conmigo, Zero. Pégate a mi. Dame la mano y caminemos juntas.
    Un abrazo grande.

    ResponderEliminar