jueves, 28 de enero de 2016

Enero ya se aleja



Enero ya se aleja
con sus estrellas rutilantes, sus violetas erguidas
y su luna.
Quise suplicarle para que no marchara,
sólo me regaló
no más un día.

Treinta y uno de Enero de cada año.
Un día puede ser toda una vida.

Enero ya se aleja 
dejándome su luna tempranera
y mis zapatos colocados delante del balcón esperando el regalo de tu dicha.

Me olvido de la hiel de tus palabras.
No me gustan las bromas que me hieren
ni que me hacen llorar.

Enero marcha.
No sé si volverá el año que viene.
Aunque de todas formas yo le espero.
  

Imagen: La Tempestad, de Oskar Kokoschka
Óleo sobre tela



lunes, 25 de enero de 2016

Tu voz



Me quedo con tu voz, que sabe a lirio
y tus palabras que me acarician el alma y reconfortan.
Algo es mucho.

Yo también madrugué  para buscarte,
me asomé a la ventana de mi cuarto
y ya no estabas.

Triste le recé un padre nuestro
al Dios mío
el que nadie conoce
y del que nadie se apropia ni aprovecha
sino solo yo.

Al final te encontré,
agazapado
ante  el quicio mi puerta.


Bendita la mañana de aquel día.


Imagen: Nicolai Blokhin

miércoles, 20 de enero de 2016


Dos sombras caminaban
la una con la otra
calle adelante,  calle adelante, protegiéndose.

Cuando al doblar la esquina,
encuentran que la lluvia reventaba los tejados.
Todo se hizo intemperie,
viento solano, zarzas, agujas puntiagudas.

Alguien me prometió en una ocasión regalarme su sombra.
Aún la espero.

Quién me presta un paraguas, una casa, una copa de vino,

y un rosal.


Imagen: Muchachas de perfil, de Montserrat Gudiol

sábado, 9 de enero de 2016

Yo sabré que eres tu



Yo sabré que eres tu, aunque te escondas.
Anónimos, sinónimos, nombres improvisados encontrados al azar,
Tu serás siempre tu, aunque te ocultes,
la música de tus frases te delata y ese soplo de viento que rodea  y envuelve en no se sabe qué,
pero que alivia y reconforta.

Vienes con las garras abiertas, la ternura en los dedos
y esparces tus frases como semilla derramada en campos de baldío  esperando que nazca el perfume.
Mientras que yo no sé quien soy, ni de donde vengo, ni quien me pasa las hojas del calendario.

Descansa mi frente, y piensa nombres.



Y no sé adónde voy.

Imagen: Valentino Ciusani