Camino entre palabras rojas como amapolas en medio de la noche....
–Regálame algunas que me hagan palpitar
–Yo te regalaré palabras maduradas al sol en bandeja de luna y firmamento.
–Qué me vas a decir.
–Qué me vas a decir.
–Que me dejaste en tiempo de cerezas.
–Siempre te recuerdo
–Y a mí qué me
importa.
Creí que estabas muerto.
Y era que te habías ido.
Creí que estabas muerto.
Y era que te habías ido.
–Estoy aquí.
–Sí, pero ya no es
lo mismo.
Mi corazón se muere solo de dolor.
–Me llamo silencio
y estoy buscando mis
palabras.
–Qué vas a hacer con ellas
–Un vestido rojo de cola que recorra las calles tostadas por el sol.
–Parecerán de fuego.
–Qué vas a hacer con ellas
–Un vestido rojo de cola que recorra las calles tostadas por el sol.
–Parecerán de fuego.
–Y de fuego serán.
Tengo
tanto frío.
–Déjame acompañarte.
Llenaremos la Tierra
de palabras alegres como luciérnagas en una noche de verano.
–Ya se están acercando
Ven.
La noche es nuestra.
Imagen: Michel Rauscher
Del poemario: Conversación con el Silencio
Me gusta este fragmento de tu poemario.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y llueven palabras vestidas de amapolas; llueve el verso, rojo intenso; vida y fuego, en esa danza maravillosa de sentires, en su mágico vuelo…
ResponderEliminarBello e inspirador, mi querida Tecla… Un hermoso diluvio de flores y sentires, que claman la voz, la palabra que diga de alegría y vida…
Bsoss enormes, y muy feliz fin de semana!
Has acertado Rafael. Este fragmento.
ResponderEliminarUn beso.
Llevas razón en lo de inspirador, Ginebra, por más que lo leo más ideas me vienen a la mente.
ResponderEliminarUn beso.
Tus palabras son luz.
ResponderEliminarUn relato impresoonante.
Un abrazo.
Palabras rojas, palabras vestidas de fuego, para callar al silencio, para alegrar la tierra y que baile al son de la danza del sol, alumbrando el manto rojo de amapolas.
ResponderEliminarUn deleite leerte y disfrutar de tus entradas.
Besos enormes.
Esas palabras rojas que tiñen de vida las calles nocturnas.
ResponderEliminarBesos.
Colmo siempre, tus palabras llenas de poesía. Ese silencio me ha calado.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Oye Tecla, ¡qué bonito!
ResponderEliminarQué bello,amiguca!!
ResponderEliminarEl silencio habla ,quiere embellecer de palabras blancas ,de luz,de vida al Unierso.Y serán alegres,y nos llegarán a rozar los corazones.
Gracias,preciosa!!
Besucos
Gó
Muy bien aprovechado el poder que tiene el rojo. En la imagen y en las palabras. Se hace protagonista. Todo lo abarca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sublime metáfora nos entregas, para quedarnos siempre e silencio, con tu poesía.
ResponderEliminarLeerte es soñar despierto.
Saludos Fraternos
Y abrazos
Impresionante. Qué gusto leer algo tan hermoso. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Tecla, que respire el agua para seguir dando calor..
ResponderEliminarGracias, pas abuen día, besos atrevidos..
Gracias por tu atención, Amapola.
ResponderEliminarYo me he deleitado con tu comentario, María.
ResponderEliminarMezclemos nuestros yoes con las palabras coloradas, María.
Fuego y pasión será nuestro destino.
Eres profunda y buena, compañera.
Así es, Alfred. Calles nocturnas caldeadas como si fuera una noche de verano.
ResponderEliminarGracias por estar aquí.
Un beso.
Nani de mi vida, cómo y de qué manera me identifico contigo.
ResponderEliminarUn beso.
Hola, Tracy, bailémosle a la noche.
ResponderEliminarQué fantasía nos envolverá en palabras.
Un beso.
Amiguca tu del alma mía. Cómo me gusta tu manera de hablar. Cuanta entraña y misterio, Dios mío.
ResponderEliminarNos espera la noche.
Gocémosla llenándola de palabras con sentido, Gó.
Qué grande eres, Macondo. Y cuan inteligente en tu decir. De verdad.
ResponderEliminarHablando contigo nunca me sentiré perdida.
Gracias.
Me gusta soñar, Adolfo.
ResponderEliminarNos gusta soñar.
No hay tiempo mejor aprovechado que el tiempo que dedicamos a los sueños.
Un abrazo.
Espero y deseo, JF que te haya calado hondo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
Pues que respire el agua, D. Vito Antolino, y nos inunde de frescor y de alegría.
ResponderEliminarLas palabras son luz cuando llegan desde la oscuridad, desde el lado de lo no evidente, de lo que somos pero se nos oculta, de lo callado.
ResponderEliminarEse silencio tuyo tan dicharachero es el redactor de un diario sin fecha, el único que te verdad cuenta las noticias importantes. Por eso soy un suscriptor tan fiel.
Besos.
Y es por eso que tanto confío en ti, Xuan, amigo.
ResponderEliminarUn vestido rojo de palabras, un buen atuendo para la novia.
ResponderEliminarSalu2 amapoleros, Tecla.
Seguro que sí, Dyhego, un buen vestido de faralaes para quitarnos las penas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Palabras y pintura se funden en un hermoso latido <3
ResponderEliminarMe encantó :))
Un beso tecla.
Gracias, Minimal.
ResponderEliminarMe gustaría alcanzarte.
Preciosa obra para ilustrar este intenso y apasionado amor brujo.
ResponderEliminarMe apunto a recorrer las calles del brazo del silencio con un vestido rojo que vaya murmurando mientras roza el suelo tostado.
Qué bello.
Un beso,
Bellas imágenes poéticas. Eres muy buena mi querida amiga.
ResponderEliminarSaludos.
Laten las imágenes y las letras en rojo, late tu sensibilidad como un tambor intentando ahuyentar al silencio, intentando cuajarlo de música y letras que lo rompan, latiendo tanto tus letras como todos tú con las palabras me parece una preciosidad el dibujo que ilustra esta cosa tan bonita que has latido, mi querida TECLA.
ResponderEliminarMontón de besos y latidos llenos de cariño para que pueblen el silencio lo llenen de palabras para ti cielo!
Rojo ambos corazones, iluminarán la vida de amor.
ResponderEliminarAbrazo
A veces hasta las palabras llegan tarde.
ResponderEliminarPero siempre acaban saturando el silencio con que llegan y es irremediable darlas forma.
Precioso, tecla.
Y si...después
ResponderEliminarsolo quedan los lamentos...
vale preguntarse
si vale la pena seguir en ese silencio vacío...
hay cosas que no merecen tanto...
abrazos.
Ay qué bonita eres escribiendo, Tesa, gracias por tu presencia entre mis versos.
ResponderEliminarGracias Aída de mi corazón.
ResponderEliminarEl tiempo y el espacio nos separan pero sabemos bien que nos tenemos.
Gracias, María por estar aquí, siempre a mi lado.
ResponderEliminarAbrazo grande, que para eso lo mereces.
Nunca lo dudes, María del Rosario.
ResponderEliminarUn beso.
Qué bien te expresas, Veronica.
ResponderEliminarCon cuanta elegancia tus palabras.