Hoy el día nació triste, triste, triste
tanto
que casi no nació.
Un pájaro con las alas torcidas pasó por mi ventana y quiso herirme,
me escondí tras el cristal,
no pudo.
-Los egos algún día te traerán una desgracia.
Hoy el día amaneció triste, triste, triste
tan oscuro y tan gris que no era día.
Ni tampoco era noche.
Un pájaro con las alas quebradas pasó por mi ventana
y pretendió atacarme
tengo el corazón duro como una piedra.
No pudo.
-En cualquier ocasión de éstas, los egos cometerán una desgracia, ya verás. Cierra la ventana.
-Y cómo veré pasar los días.
-Los días pasan aunque tu no los mires.
El día de hoy nació triste, triste, triste,
tan triste
que mi corazón no pudo salir a la calle,
el aire le faltaba.
Tu también me faltabas.
Por eso no pude ver amanecer.
Necesito
que me abraces.
Fotografía: Oleo sobre tabla de Monserrat Gudiol
Jo.
ResponderEliminarTe doy un abrazo gigante y todo mi cariño.
El poema duele y tú dueles también.
Venga Tecla.
Ánimo.
Mañana será mejor día.
Besos.
El día nació triste, pero mañana será otro día y los abrazos de grandes alas volarán hasta tu ventana, seguro.
ResponderEliminarbesos... y un gran abrazo.
No te preocupes, Toro. El poema hace días que nació y lo dejé madurar.
ResponderEliminarEl abrazo te lo acepto absolutamente.
Gracias.
De Cenizas. Volveremos a reír y a tomarnos ese Whisky que libera los ánimos y las conciencias.
ResponderEliminarTecla, el poema destila tristeza... y sé de tristezas. Opino como De cenizas, el tiempo va curándolas y siempre hay algo que puede llegar y darte ánimos y, quien sabe, algo de alegría.
ResponderEliminarTe abrazo!!
Laura V, tu sabes que la alegría y la tristeza cambian por momentos y hay días para todo.
ResponderEliminarEstás aquí, conmigo. Y eso me consuela profundamente.
tecla, esos días así te comen, todo te hiere y todo te aplasta.
ResponderEliminarLos egos no traen nada bueno, pero lo bueno es que se duelen ellos por bocazas, no tu, quien eres, el maravilloso ser que eres :)
Besos
Ya sabes que yo te abrazo bien fuerte. Cierra la ventana, mira desde dentro, todo pasa y la tristeza se marcha, aunque nos deje un poso de melancolía.
ResponderEliminarPues otro abrazo, Tecla querida.
Me estás subiendo la color, pero hemos de reconocer que comentarios como los tuyos, consuelan mucho.
ResponderEliminarAy Virgi, cómo me consuelas.
ResponderEliminarVayamos a tomarnos algo y charlamos. Qué bien lo vamos a pasar.
Yo te abrazo con mucho cariño y te aíslo de esos pájaros-egos que intentan herirte. Que se vayan los pajarracos y lleguen los pájaros alados de la amistad y el amor.
ResponderEliminarPero siempre amanece, aunque tarde un poquito más algunos días, Tecla.
ResponderEliminarSaludos amanecientes.
fuerza y potencia en tu poema
ResponderEliminarluchar con los egos es una lucha titánica, quien claro tiene su norte no se pierde en la batalla
y siempre contará con abrazos donde reponer sus fuerzas
ABRAZO GRANDE SOCORRO!!!
Los egos han cometido varias desgracias querida Tecla, no servirá de nada cerrar la ventana. Déjala abierta y dale paso al nuevo día. Todo es temporal.
ResponderEliminarYo te dejo UN FUERTE, FUERTE ABRAZO QUERIDA TECLA.
¡Qué belleza dentro de un poema... que crea cierto desasosiego! Un beso
ResponderEliminarMuy bonito,Tecla.
ResponderEliminarAgarra a ese pájaro por el cuello y zas¡
Amanece.Tarde o temprano,verás el sol.
Besos.
Qué pena más molesta. Ojalá se devuelva pronto a su nido amiga mía.
ResponderEliminarUn abrazo grande, arriba el ánimo!
Cuando nacen triste los días no hay nada que hacer, es el karma de estar vivo. Un crucigrama, Tecla, un crucigrama!!!!
ResponderEliminarBesos.
Te abrazo con toda mi ternura y te acuno si quieres pero no estés triste,por favor.
ResponderEliminarMe dolió mucho.
Besos a tu alma.
Sombrío paisaje irrumpe sin que yo pueda hacer valer mi esfuerzo para evitarlo, no hay día, menos aún noche, solo puedo contar con que el tiempo se ha detenido. ¡Ah, si pudiera ser mi naturaleza inquebrantable! pero, haciéndome pasar por “observador” logro mucho más de lo que la opresión resalta en tan triste arrebato; diluyente de mis más preciadas fortalezas.
ResponderEliminarNo quería que amaneciera tampoco que su luz en consecuencia lastimara mis percepciones prontas a colapsarse junto conmigo, y contra mi deseo, el ave tan temida se estampó tras el cristal, dispuesta a acometerme, Adivinaría tras sus alas rotas el siniestro plan contra mi armonía, por ello he corrido para asegurar la ventana.
¡Abrázame fuerte y déjame contemplar un amanecer más!
Un Abrazo…
Olvida ese paisaje triste. Todo termina por marcharse. Ven, te abrazo fuerte fuerte.
ResponderEliminarQue llegue pronto ese abrazo, que te conforte y te proteja de los pájaros con alas quebradas. El amanecer llegará pronto mi Poetisa, dale tiempo, se prepara para regalarte un día bellísimo!
ResponderEliminarTambién yo te abrazo, allende los mares y con mucho cariño!
Abrazarte y mimarte, protegerte de esas alas que quisieron herirte, y
ResponderEliminarde los desmesurados egos que contaminan el aire.
Días tristes como puñales.
Ven que te abrace.
Besos, mi niña.
Absolutamente bello.
ResponderEliminar(Que el ansiado abrazo le traiga oxígeno a tu corazón)
Hay días que no terminan de aclararse, que guardan los restos de la noche, hay días en los que no llueve lo suficiente. Son los días en los que hay que buscar la belleza de los grises, y tú sabes hacerlo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Tecla, si aún te queda sitio para uno más.
El ego es lo peor en cualquier persona...hay gente que se cree imprescindible, cuando en realidad nadie lo es.
ResponderEliminarUn besito, linda
te abrazo.
Lamentablemente, cuando los días amanecen con tristeza, es muy difícil que puedan modificarse. Muy buen texto.
ResponderEliminarUn beso.
HD
¡Qué triste! Y lo peor es que el mío amaneció exactamente igual al tuyo, de modo que me he sentido identificada con tus versos hasta el infinito (y eso que en mí es rarísimo que la tristeza me gane).
ResponderEliminarGracias por este conmovedor poema, Tecla. Ahora sí... ¡qué salga el sol! :)
Besazos.
A veces la ausencia de un simple abrazo nos envuelve en un manto de melancolía y tristeza.
ResponderEliminarIntenso, conmovedor y muy tierno. Gracias por compartirlo.
Un abrazo.
Tristes son esos días que por las ventanas del alma se cuela el frío del dolor o el alba afilada de un recuerdo.
ResponderEliminarTriste, angustiosamente triste, esa puerta cerrada a una necesidad de respirar aire sin olor a herida.
Seguro que llego ese abrazo capaz de sembrar acuarelas en tu alma, si tarda…aquí queda el calor-color de quienes te apreciamos.
Beso.
Yo te abrazo tecla, fuerte, fuerte y suave.
ResponderEliminarespero que el abrazo de mis dedos te alcance un poco de luz de día.
Saludos, sonríe!
Amiga, yo también necesito ver amanecer, pero abrazado por ella...
ResponderEliminarSaludos!
Hay días tristes, solo hay que dejarlos pasar y esperar a que lleguen los otros, los días maravillosos.
ResponderEliminarY ellos llegan, ya veras que si querida Tecla.
Un fuerte abrazo y cariños
Hay veces en que debemos dejar entrar a los pájaros,aunque nos piquen.
ResponderEliminarSi cerramos todas las ventanas,nadie vendrá nunca a abrazarnos.
Que tengas pocos días grises,que sean todos luminosos..
Ha sido un placer,Tecla.
Cuando los días nacen tristes, solo lagrimas corren por el alma, hasta los pájaros sentimos que nos atacan... los egos tapan el amor y nosotros seguimos necesitando ese abrazo.
ResponderEliminarTe envío un abrazo fuerte mi reina.
Ay! amiga
ResponderEliminarasí a veces ...por fortuna pocas...pero si las hay
me he sentido lejana y distante del abrazo del amado...
la lejanía es real y aunque el amor palpita en el corazón
se necesita el arropo del cuerpo
y del alma!
si ...
necesito que me abraces!!!
te dejo un abrazo hermanado de mi afecto sincero!